« Back to Album · Next »
 
This page is a permanent link to the comment below. See all comments »
RsL1574861 · M
— ¡Kemi-san, no! —Levantó la voz, no con fuerza ni enojo, fue más bien un acto infantil en el que intentó defenderse e imponerse al mismo tiempo sobre ella. No iba a arriesgar sus dinosaurios.— Su madre lo sabrá, ella se enterara así nadie le diga. Conoce su peso, sabe cuánto podría aumentar antes de mañana por el pastel... ¡Y sé que comerá hasta más de dos rebanadas si me distraigo! —Insistió. Las mejillas se le ruborizaron ligeramente, por vergüenza, por fuerza. Y negó.— No voy a ceder, lo siento, Kemi-san, pero no podrá ser más de una rebanada. Lo siento.
 
Send Comment

Add a comment...
 
Send Comment