Death Eater/ Slytherin Pride
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SW-User
[code]Durante la velada, llegó un momento en que Bellatrix se había desesperado por completo de estar sonriendo y riendo de manera hipócrita a todo lo que comentaban, dando uno que otro sorbo de su copa de vino para evitar hablar. "Tengo que comportarme", se decía a si misma cada vez que Rabastan hacía un comentario estúpido, incluso cada que la señora Lestrange llamaba a la hermana mayor de las Black darle un "cumplido".
Incluso hubo un momento en que la tía Walburga bajó al salón central de la mansión Black para convivir con su nuera y la madre del "futuro prometido"; no siendo la única que los acompañaba, también las hermanas menores de Bella y sus primos se hicieron presentes en la sala. De pronto, las risas y voces cesaron, y Rodolphus se paró en medio del salón, llamando la atención de todos. Típico de él, pensó para ella misma, poniendo los ojos en blanco y comenzando realmente a desesperarse. Si algo que Bellatrix odiaba, eran escenas donde la gente intentaba tener la atención de todo el mundo; no solamente sentía vergüenza en Hogwarts cada que los Lestrange hacían algo, sino que también ahora iba a soportar la misma vergüenza en su hogar.
Y pasó lo que menos quería, en un cerrar de ojos Rodolphus ya se encontraba hincado pidiéndole matrimonio. Volteó a ver a todos los presentes. Su madre comenzó a llorar de la emoción, y sin poder contener las lágrimas, la señora Lestrange se les unió. La tía Walburga sonreía de oreja a oreja, era sin duda quién se encontraba más emocionada, pues era de todos los presentes quién más creía en la conservación de la sangre pura. Sirius, cómo siempre burlándose de ella a escondidas. Regulus al ser el menor, no entendía nada pero felicitaba a Lestrange desde su silla. Las únicas que entendían lo que sucedía eran Narcissa y Andromeda, sabían que Bella era la más fiel a la ideología de conservar la sangre pura uniendo a familias, pero también sabían que Bellatrix primero quería alcanzar la gloria antes de unirse en matrimonio con alguien. Se había visto a ella misma siendo la esposa del Señor Tenebroso, aniquilando junto con sus hermanas y primos a los sangre sucia y muggles, pero siempre a lado de Lord Voldemort. Esa fantasía se borró de su mente, y visualizó como desde ese momento sería conocida solamente como la esposa de Rodolphus Lestrange.
Sintió la mirada amenazante de su padre y de su tía, sabía que si hacía una escena la castigarían peor que a los sucios e inadaptados elfos domésticos. Tomó una bocanada de aire, suspiró y extendió su mano a Lestrange.
— Soy yo quién debería sentirse honrada, Rodolphus. Acepto. — sonrió de oreja a oreja, sintiendo como el anillo era colocado en su dedo anular. Los presentes comenzaron a aplaudir, y acto seguido el padre de Bellatrix, invitó a todos a pasar al comedor para disfrutar de una cena y un brindis. Antes de dirigirse, le dirigió una mirada a su padre que ella tardaría un poco porque quería compartir un momento en privado con Rodolphus. Le indicó a su prometido que la siguiera y salieron por un pasillo al jardín de la mansión. Una vez fuera, volteó a verlo y su sonrisa se borró de su rostro.
— Mira Rodolphus, no sé a quién se le ocurrió la brillante idea de unirnos en matrimonio. Si fue tu padre o mí padre, ambos son ineptos y estúpidos por creer que esto puede funcionar, no lo sé y no me importa ya. Lo que sí te voy a decir y espero que quede claro entre los dos, es que solamente hacemos esto para unirnos después al Señor Tenebroso, mí lugar es en su ejército, luchando y no cuidando niños, vistiendo vestidos y asistiendo a tontas reuniones con otras respetables mujeres. ¿De acuerdo? Ah, y otra cosa, no pienso darte ningún heredero. Dicho esto, vamos a cenar con los demás, cariño.— se acerco al rostro del masculino, dándole un beso en la comisura de sus labios y se marchó, riéndose.[/code]
Incluso hubo un momento en que la tía Walburga bajó al salón central de la mansión Black para convivir con su nuera y la madre del "futuro prometido"; no siendo la única que los acompañaba, también las hermanas menores de Bella y sus primos se hicieron presentes en la sala. De pronto, las risas y voces cesaron, y Rodolphus se paró en medio del salón, llamando la atención de todos. Típico de él, pensó para ella misma, poniendo los ojos en blanco y comenzando realmente a desesperarse. Si algo que Bellatrix odiaba, eran escenas donde la gente intentaba tener la atención de todo el mundo; no solamente sentía vergüenza en Hogwarts cada que los Lestrange hacían algo, sino que también ahora iba a soportar la misma vergüenza en su hogar.
Y pasó lo que menos quería, en un cerrar de ojos Rodolphus ya se encontraba hincado pidiéndole matrimonio. Volteó a ver a todos los presentes. Su madre comenzó a llorar de la emoción, y sin poder contener las lágrimas, la señora Lestrange se les unió. La tía Walburga sonreía de oreja a oreja, era sin duda quién se encontraba más emocionada, pues era de todos los presentes quién más creía en la conservación de la sangre pura. Sirius, cómo siempre burlándose de ella a escondidas. Regulus al ser el menor, no entendía nada pero felicitaba a Lestrange desde su silla. Las únicas que entendían lo que sucedía eran Narcissa y Andromeda, sabían que Bella era la más fiel a la ideología de conservar la sangre pura uniendo a familias, pero también sabían que Bellatrix primero quería alcanzar la gloria antes de unirse en matrimonio con alguien. Se había visto a ella misma siendo la esposa del Señor Tenebroso, aniquilando junto con sus hermanas y primos a los sangre sucia y muggles, pero siempre a lado de Lord Voldemort. Esa fantasía se borró de su mente, y visualizó como desde ese momento sería conocida solamente como la esposa de Rodolphus Lestrange.
Sintió la mirada amenazante de su padre y de su tía, sabía que si hacía una escena la castigarían peor que a los sucios e inadaptados elfos domésticos. Tomó una bocanada de aire, suspiró y extendió su mano a Lestrange.
— Soy yo quién debería sentirse honrada, Rodolphus. Acepto. — sonrió de oreja a oreja, sintiendo como el anillo era colocado en su dedo anular. Los presentes comenzaron a aplaudir, y acto seguido el padre de Bellatrix, invitó a todos a pasar al comedor para disfrutar de una cena y un brindis. Antes de dirigirse, le dirigió una mirada a su padre que ella tardaría un poco porque quería compartir un momento en privado con Rodolphus. Le indicó a su prometido que la siguiera y salieron por un pasillo al jardín de la mansión. Una vez fuera, volteó a verlo y su sonrisa se borró de su rostro.
— Mira Rodolphus, no sé a quién se le ocurrió la brillante idea de unirnos en matrimonio. Si fue tu padre o mí padre, ambos son ineptos y estúpidos por creer que esto puede funcionar, no lo sé y no me importa ya. Lo que sí te voy a decir y espero que quede claro entre los dos, es que solamente hacemos esto para unirnos después al Señor Tenebroso, mí lugar es en su ejército, luchando y no cuidando niños, vistiendo vestidos y asistiendo a tontas reuniones con otras respetables mujeres. ¿De acuerdo? Ah, y otra cosa, no pienso darte ningún heredero. Dicho esto, vamos a cenar con los demás, cariño.— se acerco al rostro del masculino, dándole un beso en la comisura de sus labios y se marchó, riéndose.[/code]