Nada se comparaba a la tranquilidad que gozaban ahora. Aunque InuYasha se encargara de proteger la aldea y sus al rededores, por fin tenía tiempo para sentarse bajo la sombra de un árbol y pasar parte del día admirando el lento transitar de las nubes. Poco a poco fue quedándose dormido, pero, una voz femenina y familiar bastó para que su orejas dieran un brinco y sus párpados se alzaran.
Miró a un costado. Al llamado le siguió encontrar la figura de Rin. Prefería mantener poco contacto con ella debido a la rigidez de Sesshoumaru, ergo no iba a ahuyentarla si quería descansar junto a él.
—¿Mi madre?— Fue obvio por el aspecto de InuYasha que recordar a aquella mujer le trajo mal sabor de boca. No porque la odiara; más bien, le hubiese gustado ser fuerte en su niñez para protegerla. — ¿Para qué quieres saber eso? No te concierne. — Chasqueó la lengua y desvió la mirada.
-se detuvo al instante al pensar un poco las cosas antes de atreverse a preguntar con temor -
¿desde cuando tienes hijas? Rín no recuerdo que tu tuvieras una cría o si.....
-cerró los ojos tratando de recordar algo pero después de semejante golpe que le dio kagome algunas cosas se habían olvidado de su cabeza - Oye entiendo es lo que los humanos llaman una broma
-dejo de un lado su descanso al parecer había un motivo importante del porque salir de el, bajo de un brinco de aquel árbol quedando ante la mujer olfateando para asegurarse que sea la Rin que conoce y no alguna trampa -
¿te han atacado? ¿estas herida? Donde has dejado a las niñas
-a pesar de haber hecho las preguntas no espero mucho por la respuesta antes de tomar entre brazos a la humana tratando de guiarse por su olfato para encontrar a las niñas esperando que no fuera algo que las pusiera en peligro -
-por fin luego de meses sin un día de descanso el híbrido podía descansar bajo la sombra de un árbol sin preocuparse en algún demonio o en la peor amenaza que le pueda pasar pues kagome andaba en una aldea bastante lejana. A punto de dar un mordisco a un tubérculo se detuvo agitando sus orejas al escuchar su nombre proveniente de una voz muy familiar -
Por favor dime que no me buscas para algún trabajo que quite mi descanso....
