31-35, M
No gusto de describirme, solo soy una forma de cambio.
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* Las montañas cubiertas de nieve, los copos caían escarchando los arboles del lugar, todo parecía en paz, en la punta de la montaña había una pequeña casa de forma redonda color roja, un patio extenso del cual un pequeño estanque con ranas y piedras alrededor lo adornaban. Al pie de este se encontraba una pequeña aldea, a pesar de la nieve que cubría las casas, la puesta de sol se apreciaría.
Una niña de 8 años de edad, con una apariencia peculiar, su cabello rubio con puntas color negro se movería al ser golpeado por aquel helado aire, su velocidad era impresionante, fuera de la velocidad común de un ser humano, iría cayendo de árbol en árbol ágilmente, miraría divertida con unos ojos azulados, cubierto uno de ellos por un lente verde, mejor conocido como rastreador, el cual le permitía detectar el nivel de ki o poder, y la distancia en que se encontraba alguien, mientras su vestido anaranjado con azul permanecería pegado a su cuerpo, sus caletas rojas cubrirían sus piernas, y peculiarmente una cola de simio rojiza se movería divertida saliendo de ella. La pequeña no necesitaba ropa abrigadora ante tal frio, ya que llevaba un entrenamiento pesado a lado de su padre, ejercitar cuerpo y mente, y poder controlar poderes con los cual la infante ya contaba al momento de su nacimiento. Ellos no eran seres humanos, eran guerreros muy fuertes proveniente de una raza llamada Sayayin, de un planeta llamado Vegeta, que había sido destruido, y sus padres y ella habían sido sobrevivientes de la gran masacre. Ella emanaba un poder sorprendente, que aun ni sus padres lo podrían llegar a controlar incluso a comprender, pero a la pequeña Neus lo unió que le importaba era explorar y salir de la montaña en que vivía, aunque en las aldeas siempre la rechazaban por el poder tan aterrador y sin control que tenia, ella no perdía la esperanza de que había un humano que la entendiera, así que una vez más se aventuraría a entrar a aquella aldea.
Se detuvo al pie de una roca mirando la aldea momentáneamente, miraría al cielo y sonreiría al ver que empezarían a caer copos de nieve y uno de ellos se detendría en su nariz*
-Hola pequeño copo
*Lo tomaría con sus pequeños dedos y vería como se desvanecería en este. Sus labios esbozarían una pequeña sonrisa. Su radar le mostraría la presencia de algo o alguien cerca de ella*
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R/OUT: Hola espero podamos tener un ameno e interesante n.n
Una niña de 8 años de edad, con una apariencia peculiar, su cabello rubio con puntas color negro se movería al ser golpeado por aquel helado aire, su velocidad era impresionante, fuera de la velocidad común de un ser humano, iría cayendo de árbol en árbol ágilmente, miraría divertida con unos ojos azulados, cubierto uno de ellos por un lente verde, mejor conocido como rastreador, el cual le permitía detectar el nivel de ki o poder, y la distancia en que se encontraba alguien, mientras su vestido anaranjado con azul permanecería pegado a su cuerpo, sus caletas rojas cubrirían sus piernas, y peculiarmente una cola de simio rojiza se movería divertida saliendo de ella. La pequeña no necesitaba ropa abrigadora ante tal frio, ya que llevaba un entrenamiento pesado a lado de su padre, ejercitar cuerpo y mente, y poder controlar poderes con los cual la infante ya contaba al momento de su nacimiento. Ellos no eran seres humanos, eran guerreros muy fuertes proveniente de una raza llamada Sayayin, de un planeta llamado Vegeta, que había sido destruido, y sus padres y ella habían sido sobrevivientes de la gran masacre. Ella emanaba un poder sorprendente, que aun ni sus padres lo podrían llegar a controlar incluso a comprender, pero a la pequeña Neus lo unió que le importaba era explorar y salir de la montaña en que vivía, aunque en las aldeas siempre la rechazaban por el poder tan aterrador y sin control que tenia, ella no perdía la esperanza de que había un humano que la entendiera, así que una vez más se aventuraría a entrar a aquella aldea.
Se detuvo al pie de una roca mirando la aldea momentáneamente, miraría al cielo y sonreiría al ver que empezarían a caer copos de nieve y uno de ellos se detendría en su nariz*
-Hola pequeño copo
*Lo tomaría con sus pequeños dedos y vería como se desvanecería en este. Sus labios esbozarían una pequeña sonrisa. Su radar le mostraría la presencia de algo o alguien cerca de ella*
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R/OUT: Hola espero podamos tener un ameno e interesante n.n