Vacio... Es algo que Riku pretendía manejar por si misma, aun con las ausencias resonando constantemente en su interior. Perturbada y nostálgica; Durante aquella noche, opto por recorrer los alrededores del pueblo donde se alojaban ella y un viejo conocido de aura un tanto "misteriosa".
Durante su inusual paseo, consiguió encontrarse con aquel chico. Quien parecía estar tan pensativo y sumergido como ella. El verle así de vulnerable, se coloco justo a un constado suyo, mirando hacia la misma dirección que el, evadiendo un encuentro totalmente directo. —¿Acaso no puedes dormir? Te envidio
Toció un poco de sangre sintiendo como algunos hilos de esta se escurrieron entre las comisuras de sus labios, sus ojos encegueciéndose por algunos momentos cuando sonrió y se encontró listo para caer, ¿Sería que finalmente el vacío le clamaría? Conociendo tan íntimamente la muerte, realmente aún a este punto se preguntaría si existía algo más que un negro y silencioso final, la nada. Pero realmente se le hacía curioso todo esto, al menos además de ese pitido en sus oídos que anunciaban el fin de un tortuoso ciclo, serviría a la perfección escuchar las palabras de alguien que le apreciaba.
— . . Deberías ver a los otros. —
Curiosas últimas palabras, para alguien que ya había perdido su humanidad, ah, sentía el dulce abrazo de lo que había entregado en tantas ocasiones. Pero esa calidez fue distinta, definitivamente no iría "al cielo" si aquello tuviese alguna forma, lentamente la luz volvió a sus ojos, sus pupilas se dilataron sobre ojos ahora negros, y entonces su herida (..)
