(..) subió y sus nudillos se rozaron levemente con su mentón mientras aún confuso ante aquello, pues hacía tiempo que se había dado por vencido en los sentimientos admitió.

— No sé cómo actuar ahora pero, agradezco esos sentimientos.. No quiero que llores más. —

— ... Riku. —

Dijo un tanto confuso, ¿Cuánto tiempo había pasado ya desde que trabajó con los Kilgore? ¿O desde que esos que le importaron se fueron, o en varias ocasiones murieron? Todo este tiempo viviendo entre contratos, sin compañía luego de los mismos, amasando dinero sin un propósito pues sólo compraba lo que necesitaba. Tan peligrosa era su vida que había intentado alejarse de los pocos familiares que le quedaban, el asesino sintió ese abrazo, era extrañamente maternal, cariñoso y familiar. No entendía realmente el porqué ella lo hacía, el porqué le había salvado, después de trabajar con los Kilgore, saber que su jefa había muerto, y además ver morir a la persona que alguna vez amó unos años antes de eso sin poder hacer nada.

Shiki se había convertido en un muñeco sin sentimientos pero ella evocaba algunos bastante fuertes, era bastante vistoso como sus lágrimas literalmente goteaban sobre su rostro ya cubierto en sangre. Su mano que había tirado aquel cigarrillo (..

sin tomar en cuenta la situación en la que acababa de encontrarse. Emitiendo una pequeña risilla ante la pregunta que poco venia al tema, pero que de alguna manera hacia que todo se tornara mas alegre.

—¡Tonto!... —

Mientras veía la vida del joven desprenderse poco a poco de su cuerpo, Riku ya se hallaba en un mar de lagrimas, pues a pesar de ser un ser ajena al planeta había diversos sentimientos que tenia en común con los terrícolas y uno de ellos, era la tristeza.

Al momento en que cae, ella baja junto con el, sentándose sobre el suelo y posando su cabeza sobre sus piernas.

— ¡¿Pero que dices?! A mi solo me importa que continúes a mi lado. — Susurro entre lagrimas, las cuales caían y chocaban en las mejillas de Shiki. Todo eso, sin soltar sus heridas por un instante.

Segundos mas tarde, la tonalidad en el cuerpo del hombre parece volver, sus pupilas nuevamente muestran un particular brillo y su calor físico vuelve poco a poco. Notando esto, sorprendida, limpia sus lagrimas con ayuda de sus manos, mientras esboza una leve sonrisa. Realmente desconocía el porque, pero verle sano y salvo, hacia que el interior de Riku se regocijara; tanto, que incluso tomo el impulso de abrazarle (...)

(...) tanto externa como interna fue regenerada, se pregunta porqué de repente se sentía tan cercano a ella, era como si su esencia hubiese sido transferida, incluso su frente dejaba de sangrar. Fue así que levantó suavemente sus dedos temblorosos, y lanzó el cigarro lejos.

— . . . Supongo y no tenías fuego ¿Eh? —

Toció un poco de sangre sintiendo como algunos hilos de esta se escurrieron entre las comisuras de sus labios, sus ojos encegueciéndose por algunos momentos cuando sonrió y se encontró listo para caer, ¿Sería que finalmente el vacío le clamaría? Conociendo tan íntimamente la muerte, realmente aún a este punto se preguntaría si existía algo más que un negro y silencioso final, la nada. Pero realmente se le hacía curioso todo esto, al menos además de ese pitido en sus oídos que anunciaban el fin de un tortuoso ciclo, serviría a la perfección escuchar las palabras de alguien que le apreciaba.

— . . Deberías ver a los otros. —

Curiosas últimas palabras, para alguien que ya había perdido su humanidad, ah, sentía el dulce abrazo de lo que había entregado en tantas ocasiones. Pero esa calidez fue distinta, definitivamente no iría "al cielo" si aquello tuviese alguna forma, lentamente la luz volvió a sus ojos, sus pupilas se dilataron sobre ojos ahora negros, y entonces su herida (..)

La fragilidad en la vida ajena a la suya era algo que nunca terminaba de comprender, sin embargo, sabia exactamente como era visualizada a través de un escenario carmesí. Al momento en que toma la decisión de prestar mayor atención, pudo percatarse de la deplorable situación en que se encontraba aquel joven. Nerviosa y un tanto ansiosa, se acerca a el rápidamente, para abrazarlo y servirle de apoyo

—¡Shiki! — Exclamo un tanto aterrada, temiendo perder a uno de los pocos seres quien había obtenido su cariño durante ese tiempo en la tierra.

Finalmente,coloco su mano sobre sus heridas mas graves e intento curarlo de la única forma en que ella sabia según su planeta de origen, la cual consistía en transmitir parte de su energía de vida, para recuperar la del otro usuario.

— ¿Duele? Lo siento, nunca antes lo había practicado en un humano... — Dijo de forma acelerada, concentrándose en sus acciones, las cuales no podían apreciarse totalmente de manera visual.

Una mano temblorosa se levantó, sosteniendo un cigarrillo negro entre sus labios, la mano estaba completamente roja, un hombro contra una pared, su otra mano goteando sangre sosteniendo una espada.

Había un buen corte diagonal en su torso, ese líquido carmesí brotaba del propio, sus ojos como un caleidoscopio, con colores brillantes como cyan y magenta mientras sus pupilas negras como el abismo veían hacia el horizonte. Una línea de sangre también bajaba de entre sus cabello, pasando por sobre uno de sus ojos y goteando su mentón, cuando una voz muerta, silenciosa cual susurro de la parca dijo.

— ¿Tienes fuego...?—

Sin aún voltearle a ver, claramente tenía cosas más graves de qué preocuparse, cómo el no morir.