Vacio... Es algo que Riku pretendía manejar por si misma, aun con las ausencias resonando constantemente en su interior. Perturbada y nostálgica; Durante aquella noche, opto por recorrer los alrededores del pueblo donde se alojaban ella y un viejo conocido de aura un tanto "misteriosa".
Durante su inusual paseo, consiguió encontrarse con aquel chico. Quien parecía estar tan pensativo y sumergido como ella. El verle así de vulnerable, se coloco justo a un constado suyo, mirando hacia la misma dirección que el, evadiendo un encuentro totalmente directo. —¿Acaso no puedes dormir? Te envidio
Una mano temblorosa se levantó, sosteniendo un cigarrillo negro entre sus labios, la mano estaba completamente roja, un hombro contra una pared, su otra mano goteando sangre sosteniendo una espada.
Había un buen corte diagonal en su torso, ese líquido carmesí brotaba del propio, sus ojos como un caleidoscopio, con colores brillantes como cyan y magenta mientras sus pupilas negras como el abismo veían hacia el horizonte. Una línea de sangre también bajaba de entre sus cabello, pasando por sobre uno de sus ojos y goteando su mentón, cuando una voz muerta, silenciosa cual susurro de la parca dijo.
— ¿Tienes fuego...?—
Sin aún voltearle a ver, claramente tenía cosas más graves de qué preocuparse, cómo el no morir.
