[med][code]La grotesca masa comenzó a perder volumen hasta que se fundió con la húmeda tierra y terminó perdiéndose de vista. La inmunda presencia fue la siguiente, esfumándose con el viento y dejando impregnada su aura en los bosques. Justo como dijo, sería un espectador en aquella cacería.[/code][/med]

[med][code]De haber tenido una ceja, la expresión del ente habría adquirido un rasgo sorpresivo. ¿Qué puñetas era lo que creía aquél costal de carne sobre él? El humano era un completo idiota al compararlo con los simples demonios, pues dicha raza era basura junto con las otras dos primordiales.

— ¿Desear? Qué estupidez más grande. Posees una nula influencia en los tres planos. ¿Cómo carajos piensas que puedes saciar mi deseo? —

La molestia se hizo presente en la entonación de la gutural voz. Los siervos del ente comenzaron a desplegarse, abandonando los alrededores por orden de su amo. Ya no existía interés en la ineficiente mente, aún estaba verde e inmadura para juguetear con la cordura.

— Sigue la luna y encontrarás el camino que te llevará con el puto culpable. Enfréntate a él y sirve como entretenimiento para mí, ese será el pago por la información. —[/code][/med]

unos instantes, que hasta su compañero felino, quién siempre le indicaba el siguiente curso de acción, imitaba.

— Aunque... Sé que no llevará a nada volver a hacerlo. Entonces, cambiemos de incentivo. ¿Qué es lo que deseas a cambio de lo que sabes? Sé prudente, no puedo concederte más vidas humanas. De lo contrario tendré que desterrarte de éste mundo, con todos los problemas que eso suponga. —

— Lo sé, a diferencia de tus súbditos, tú pareces tener cierto raciocinio para ejercer tu crueldad. Entonces, volveré a preguntarlo una vez más. —

Aquella pieza de información acerca de su funcionamiento había sido vital para él, aunque dudaba que fuese tan simple. Despedazar a todos los seres que inundaban el aire del marchito terreno sin vida con su putrefacto aroma, tal cómo el de un cuerpo en descomposición, sería una labor sencilla para él con la ayuda de su propio "ejército". Incluso podría deshacerse de una posible amenaza a futuro, sin embargo, sería cómo comenzar desde cero. Sin pistas, ni indicaciones, ni siquiera un punto de partida. Así que aquella presencia infernal se había vuelto en su principal testigo, él único que podría decirle con exactitud quién fue.

Pero dudaba que fuese algo sencillo de descubrir, no con las ansias de caos y destrucción que venían acompañadas en cada una de las palabras que remarcaba aquella deformada voz. Así que meditó en silencio

[med][code]Con todo la verborrea dicha, el ente dibujó una sonrisa sobre la masa en la que habitaba debido a la gracia que causaba toda la jodida situación.

— Por más minúsculo que sea tu cerebro, sé que tu instinto sabe que yo no dejaría pruebas. Así que sé buen niño y haz caso a tu caótico interior. —

Hechos por encima de las palabras. Si él quería iniciar un ferviente campo de batalla, ya lo habría hecho desde un puñetero inicio. Alguien como él no necesita de tanto rodeo para causar la destrucción de toda una nación.[/code][/med]

[med][code]— ¡Cuánta valentía! Erradicar a insignificantes gusanos que su única función es rastrear. Debes ser todo un puto campeón en tu división, eh. —

Pese al irritante timbre que adquirió para su burla, no existía mentira en sus palabras. Si quisiese mandar algún infeliz a la otra vida, enviaría a sus guerreros. Sombras que en su tiempo fueron grandes héroes, pero que todos cayeron ante él y fueron doblegados hasta convertirse en patéticos juguetes. De ahí mismo venía su anterior amenaza.

— Qué cómica es tu esperanza. Creyendo poder derrotarme cuando mi esencia está dispersa en cada ser vivo. —

Temor, inseguridades y demás pensamientos intrusivos eran la extensión de su ser. Así fue desde su creación y así será hasta que los mismos cielos se desquebrajen trayendo consigo la destrucción del pútrido mundo.[/code][/med]

"Raidou. ¿Estás seguro de que podemos confiar en esa cosa?" Fue lo que pronunció el gato que caminaba a sus pies. A diferencia de él, el animal no pareció inmutarse en lo más mínimo por aquel graznido, ni por la turba de no muertos que se amontonaba sobre ellos. Se frenó a unos metros de la masa amorfa que le hablaba, siendo precavido de no acercarse demasiado al no conocer sus habilidades ni las capacidades del mismo, y se decidió por confirmar si las sospechas de Gouto, su gato, eran ciertas o no.

— Entonces... Clamas que tú no eres el culpable de ésto. ¿Por qué debería creerte? ¿Quién fue el verdadero culpable? —

Aquel graznido lo mantuvo inmutado, quizá porque en aquella lucha de poder debía sobreponerse ante todo lo que su adversario utilizara contra él. Sin embargo sentía sus oídos arder, incluso el horrendo alarido retumbaba en su cabeza; tanto que su ceño se había fruncido, y sus dientes se apretaban unos con otros, intentando lo más posible contener el dolor que recorría su cuerpo. Aquellos gestos de sufrimiento cesaron en cuanto lo hizo el grito del ave, pero ahora tenía un nuevo problema; el ejército que se había formado alrededor suyo en cuestión de segundos.

— Podría despedazar a todos tus amigos en un segundo, y tú serías el siguiente. O morir miserablemente en éste lugar si juzgo mal tus capacidades... Pero parece ser que me encontré con el sujeto equivocado. —

Caminó confiado al frente, enfundando su arma de nuevo en aquella pistolera, más no soltó la empuñadura de su katana, si las cosas resultaban ser una emboscada podría defenderse con la misma.

[med][code]Más no buscaba hacer mierda al hombre, tan solo avisó a los demás lacayos que se habían esparcido por todo el bosque en búsqueda de la presa primaria. Así fue que, en cuestión de segundos, ambos se vieron rodeados de un ejercito de humanoides que mantenían una forma como el primero de ellos. Todos se mantuvieron al margen, expectantes a las órdenes de su dueño.

— Puedes morir como uno más en este mundo. Demostrar que tienes cojones y acabar con la mitad de mis súbditos para convertirte en uno de ellos. O puedes ser un buen perro de caza y acompañarme en búsqueda de tu verdadero objetivo. —

La advertencia estaba jodidamente clara. Una batalla encarnizada donde el titiritero no haría presencia o mostrar un carácter dócil y obedecer sin miramientos.[/code][/med]

[med][code]Qué idiota era la humanidad que buscaba solucionar todo con violencia. No cuestionaban el porqué y se limitaban a buscar la puta destrucción de todo lo que les rodeaba, sin importar que su misma raza se viera inmiscuida. La inmunda criatura cayó al suelo ante la veloz reacción, convirtiéndose en una masa amorfa de viscosa consistencia.

— Joder, tal parece que tu minúsculo cerebro entendió mal la situación. —

Pese a haber perdido la humanoide forma, la voz continuaba escuchándose de los restos de la grotesca masa. Misma que, tras unos segundos, retomó una forma más endeble que la anterior; una especie de ave que poseía dos ojos en cada lado de la cabeza. El ave graznó con fuerza, con tanto jodido vigor, que podría desorientar al humano, e inclusive, quebrarle los tímpanos por la frecuencia sonora adquirida.[/code][/med]