Cansada, después de llevar tres horas conduciendo, frenó en lo que consideraba un ''sitio de descanso''; había un vehículo abandonado enfrente y, aun así, no le preocupaba e incluso la alivió muchísimo.

Otis le habló de cómo cerca de su casa había muchos vehículos y cosas abandonadas debido a un incidente haría una o dos décadas, no le llegó a dar detalles. No pensó en que aquello fuera bastante tenebroso, se sentía alegre porque por fin tenía indicios para llegar al lugar correcto.

¿Estaba loca o era estúpida? Nadie sabría cómo responder a esa pregunta cuando uno la ve aliviada en medio de la nada, en un día apunto de llover, tirada mientras se fumaba un piti en el coche que ni suyo era. A saber de quién.