31-35, M
Roleplay
About Me About Me NotesThe Whiteboard is a place where people can send Gestures, Attributes, Images, Comments, and much more...
This page is a permanent link to the comment below. See all comments »

SW-User
[code]Empezaba la parte que menos le gustaba sobre su habilidad, muchos creerían que el poder escuchar los pensamientos de los demás sería alguna clase de bendición celestial, un poder increíble (a veces lo era pero tampoco era tan maravilloso) pero obviamente no tenían idea de lo que hablaban.
No podía parar de escuchar los pensamientos en el aire, acosándola. No era como si encendieras un interruptor y lo apagaras cuando quisieras, Erin aprendió a ignorarlos, no era nada sencillo pero de algo habían servido tantos años de práctica. Sexo, drogas y dinero. Eran los temas más frecuentes dentro de sus curiosas cabecitas. No había mucho material de interés que pudiera recolectar, a menos que Rainer estuviera interesado en saber chismes de oficina, lo cual dudaba mucho que fuera así.
Uno de los socios era particularmente molesto, no dejaba de verla de arriba para abajo y sus pensamientos se volvieron cada vez más explícitos, por todos los dioses, ¿los hombres no pueden mantenerlo dentro de sus pantalones?. Los pensamientos del hombre eran ruidosos, más que los de los demás así que Erin mantuvo su atención en él. Parecía divagar mucho, sexo, sexo, dinero y ahora poder… ¡oh tenía algo! ¿acaso estaba viendo alguna clase de traición? si,sí sigue hablando imbécil. pensó mientras sonreía a todos los presentes como una niña tonta.
Un fuerte ruido la distrajo de su misión y al parecer a todos los demás, el idiota lujurioso también había detenido sus pensamientos para concentrarse en su jefe. Erin miró a Rainer con incredulidad. ¿qué estaba haciendo? no tenían tiempo que perder. ¿Lo había hecho a propósito? ¿acaso se le escapo algo? dudaba qué podía estar pasando, no tenía energía para indagar en la mente de Rainer.
No sabía que hacer y como si fuera su deber, se dirigió a recoger el vaso roto.[/code]
No podía parar de escuchar los pensamientos en el aire, acosándola. No era como si encendieras un interruptor y lo apagaras cuando quisieras, Erin aprendió a ignorarlos, no era nada sencillo pero de algo habían servido tantos años de práctica. Sexo, drogas y dinero. Eran los temas más frecuentes dentro de sus curiosas cabecitas. No había mucho material de interés que pudiera recolectar, a menos que Rainer estuviera interesado en saber chismes de oficina, lo cual dudaba mucho que fuera así.
Uno de los socios era particularmente molesto, no dejaba de verla de arriba para abajo y sus pensamientos se volvieron cada vez más explícitos, por todos los dioses, ¿los hombres no pueden mantenerlo dentro de sus pantalones?. Los pensamientos del hombre eran ruidosos, más que los de los demás así que Erin mantuvo su atención en él. Parecía divagar mucho, sexo, sexo, dinero y ahora poder… ¡oh tenía algo! ¿acaso estaba viendo alguna clase de traición? si,sí sigue hablando imbécil. pensó mientras sonreía a todos los presentes como una niña tonta.
Un fuerte ruido la distrajo de su misión y al parecer a todos los demás, el idiota lujurioso también había detenido sus pensamientos para concentrarse en su jefe. Erin miró a Rainer con incredulidad. ¿qué estaba haciendo? no tenían tiempo que perder. ¿Lo había hecho a propósito? ¿acaso se le escapo algo? dudaba qué podía estar pasando, no tenía energía para indagar en la mente de Rainer.
No sabía que hacer y como si fuera su deber, se dirigió a recoger el vaso roto.[/code]