Soltó una carcajada ante las palabras ajenas para luego negar con la cabeza y saludar apropiadamente. Ante la ultima pregunta del coloso, el caballero quedó con una pequeña incertidumbre. ¿Acaso quería combatir? tragó saliva riendo nuevamente pero esta vez de una forma mas nerviosa.
─ Supongo que no vas con rodeos... Pues supongo que prefiero el espaldón. ─
No combatía hace tiempo, tampoco esperaba darle pelea, sin embargo su corazón comenzaba latir mas rápido, ese estasis de combatir era único, era lo que de alguna manera le hacia sentir mas vivo. Cogió su escudo y puso su diestra sobre la empuñadura de su espada. El contrario tenia una fuerza descomunal, ya lo había visto pelear antes y fácilmente podría romper su guardia o peor.
─ ¡Hahaha hey Rian! ¿Cómo crees? Tengo muchos defectos, pero uno de ellos no es ser bocón. ¿No odias a esa gente que te dice "tómemonos un cafecito un día de estos" y nunca hacen nada? ─
En ese instante el hombre sonrió ampliamente notándolo inicialmente perdido en las llamas para así ayudarle a levantarlo con un brazo si le permitía, y apegar antebrazo con antebrazo en un firme saludo como se saludarían dos viejos guerreros que también eran dos viejos amigos. En ese instante si él aceptase el saludo y el levantón, soltaría su brazo y sonreiría con amplitud, mostrando sus dientes perlados, para de ese modo decir con firmeza.
─ ¡Ahora sólo queda una pregunta! ¿Prefieres que use el Hacha o el Espadón? ─ Al decir aquello hundió un enorme espadón que llevaba en la espalda por sobre la tierra y con la otra mano sacó su gran hacha, listo para aquel entrenamiento amistoso, notándose el fuego reflejarse en sus ojos ante aquella propuesta de batalla.
Parecía un loco cualquiera con la mirada clavada en las llamas, claramente hipnotizado por estas. Toda la calma que había se cortó de golpe por unas pisadas que prácticamente hacían retumbar la tierra seguido de el fuerte vozarrón. Ya había vuelto a equipar su armadura como lo hacia antes, sabia que su viejo amigo Bjorn vendría a avivar la llama de la lucha que había en su interior. Finalmente equipo su yelmo y se puso de pie. A lo lejos se formaba una colosal silueta, claramente era su gigante amigo. Alzó su mano formando una ola para saludar a su camarada.
─ ¡Bjorn! ¡Supongo que no eres de los que rompe las promesas! ─
Estaba realmente preparado, su distintivo morral estaba repleto de hierbas y pociones además del odre que colgaba al lado. ¿Esperarían a que amaneciera de lleno o partirían de inmediato?, le iba dejar la decisión al contrario.
(...) creada por su amigo para bautizar aquel encuentro, uno en el que había acción, entrenamiento y quizà comida y bebida de por medio al acabar, con una gran disposición y feliz de encontrar a un viejo amigo, Bjorn Stormhand se dirigió hacia la fuente de luz, dispuesto a encontrarse con aquel que se hacía llamar Rian, un caballero errante.
En aquel instante, justo cómo había prometido, la figura titánica del Goliath conocido como Bjorn había decidido encontrar el lejano hogar de su antiguo amigo y compañero de batallas; uno que según sus propias palabras, se encontraba algo oxidado y necesitaba algo de entrenamiento si deseaba volver a ponerse en forma para salir de aventuras. Recordó con una sonrisa los tiempos en los que cazaron juntos a un enorme monstruo, y de hecho sabía que con su habilidad no le tomaría demasiado tiempo ponerse en forma para esto.
── ¡RIAN! ── Vociferó la potente voz del aventurero y general, quien llevaba en su espalda una aparante mochila hechiza que llevaba varias cosas, y así también un gigantesco espadón amarrado a su espalda, cuando notó cerca de esa choza algo arruinada un fuego arder en el horizonte. Bajo su casco una sonrisa apareció y con sus pasos nada discretos y retumbantes, el varón comenzaría a buscar para ver si aquella era nada más y nada menos que una fogata creada (..)
