La diosa de la Compasión castigó a mi amada transformandola en una mona, en un animal perdiendo su memoria pero la ha recuperado y todas sus habilidades cómo guerrera aunque su cuerpo sea de un primate. Soy tan feliz porque estamos juntos y nuestro amor sigue intacto, tenemos una vida normal con el resto de la familia. Algún día, cuando la diosa vea que mi esposa a aprendido de sus errores porque se ha redimido, le levantará el castigo y volverá a ser la mujer con cola de mono que conociste. -Suspira un poco mirando el techo.- Te volverás a enamorar cuando menos lo esperes y cuando eso pase, te darás cuenta que la mujer para tí es la que te apreciará por ser quién eres. No te sabría decir que un corazón se canse amar, he amado a tantos mujeres en cada una de de mis reencarnaciones que jamás me he cansado de amar por muy trágico que sea el final. Aún eres muy joven, disfruta con lo que te gusta... ¿Que otras cosas tienes en mente?. -Cierra sus ojos, quedandose boca arriba.-

Es una gran historia que deberían oír todos, tienes la razón pero así como te hace feliz también trae, penas y esas penas aveces hacen que todo lo que sentiste valiera menos, o al menos así lo veo yo. Me doy por vencido, prefiero que mi corazón se mantenga solitario al menos por un tiempo... un largo tiempo, aveces creo que el corazón también se cansa de entregar amor o quizá solo son mis pensamientos egoístas, aun no tengo claro. Tengo que resolver bastantes cosas en mi cabeza primero a pesar de mi corta edad. Pero el tiempo lo cura todo, como muchos dicen. Por ahora tengo en mente otras cosas... -Se voltea hundiendo su cabeza en la almohada de paja en la que estaba apoyado.-

Sí, vencí a mi mujer mientras estaba corrompida y sin memoria aunque tuve ayuda de la diosa de la Compasión que me facilita con su agua bendita y usar mis habilidades cómo monje. Ella fue poseída que un poder maldita que hice que despertará su poder de deseas más poder y ser más poderosa que su padre. Creo que la diosa ya sabe que estamos juntos de nuevo, ella lo sabe todo... No voy a separarme de ella porque la amo y es todo para mí, incluso la más que a mí mísmo... Ya toda la familia lo sabe, se sienten en parte culpables porque su trato hacia ella, hizó que acumulará rencor por muchos años... Nunca la aceptaron completamente por su rebeldía. -Mira al caballero que se recostó sobre su cama, haciendo lo mismo.- Que díficil es el amor pero una de las cosas más hermosas que puede un hombre sentir, lastima que en el Cielo los dioses tenemos prohibido amar pero estando en la Tierra, todo cambia.

-Lo escuchaba atentamente mientras acomodaba sus cosas, lo que contaba fue claramente extraño, y no se lo esperaba para nada- ¿Cómo...? ¿Venciste a tu mujer…? ¿Acaso ella lo hizo por buscar más poder o algo así?, pero si la diosa los descubre juntos de nuevo estarán en problemas ¿No?, no debe ser tarea fácil amar escondido de toda su familia y además esconderse de un Dios… -Miró a Bajie mientras decía esto, para luego comenzar a quitarse las botas, su cuerpo no había tocado una cama en meses, por lo que aprovechó para recostarse encima de ésta-

-Bajie toma asiento en una de las camas, le cuenta a su compañero de viaje sobre su amor perdido.- La perdí porque... se dejó llevar por su lado maligno que se liberó por un collar maldito, trajó el caos al mundo e hizó otras cosas que... tuve que derrotarla, purificandola con la ayuda de la diosa de la Compasión pero ella la castigó y me obligó a desligarme de ella por un largo tiempo hasta que nos reencontramos pero mantenemos nuestra relación oculta de su padre, mi hermano y de su mujer. Ella no quiere que sepan de esta cerca porque cree que su padre va a desterrarla del reino por el caos que hizó cuando fue dominado por su lado málvado pero ella no es mala pero lo que importa que estamos juntos ahora... Y vamos a superar las cosas juntos. -Sonríe más alegre y feliz. Se quita los zapatos y el hanfu (equivalente al yukata, kimono japones) de su hábito para quedarse sólo con el hanfu blanco que lleva debajo, viendo a su amigo que deja su armadura en el suelo.-

- El viaje no había sido muy largo, mas bien fue algo así, como la primera casa que encontraron, y ahí finalmente lo pudo ver con sus ojos, aquellos campesinos los dejaron pasar como si nada, y a él solo porque Bajie lo acompañaba. Entraron a la habitación con dos camas y les dieron algo de comida y agua, era mas que suficiente para que el caballero demostrara gratitud hacia ellos. Entonces Bajie hablo sobre el tema que hace unas horas habían mencionado- Supongo que el amor es así, esta hecho para llorar tanto de felicidad como de tristeza... ¿No lo crees? -Contesto mientras ordenaba toda su armadura a un costado en el suelo para quedar con el ropaje, que traía debajo.-

-Y así, el monje y el caballero buscaron un lugar para cobijarse en la humilde morado de una familia campesina que cordialmente les ofreció comida, agua y una habitación con dos camas ya que los hijos no estaban. El monje se preocupaba para acostar en su cama, quitandose sólo los zapatos, mira a su amigo.- Yo... acabo de perder a mi esposa y para siempre... cómo dijiste que tu amada se ha muy lejos en una charla anterior que tuvimos... La extraño demasiado... -Suspira, recostando boca arriba sobre la cama.-

Tienes razón ya el sol ya se esta poniendo, sera mejor que busquemos un buen lugar en donde descansar... - Al escuchar las siguientes palabras de Bajie, comenzó a comprender un poco mas de la misión que tenían realmente los monjes, eran todos excelentes guerreros que purgaban el mal de las tierras, algo a lo que el mismo caballero aspiraba a hacer algún día. - Vaya... no sabia que vivías tu día a día de esa manera, con que así los monjes pueden viajar por tantos lugares... el cobijo y la comida nunca les faltan, impresionante. Gracias por ofrecerme eso. Pero será lo ultimo que te acepte a cambio de nada, ya me haz dado mucho. -Termina haciéndole un pequeña reverencia como gratitud-

Podemos buscar un lugar donde descansar porque yo ando de nómada; cómo monje estoy si puedo ayudar algún mortal que lo necesito o hay un demonio que amenace a los mortales. Actualmente, vivo en el reino de mi hermano mayor, el Mono. Cómo soy monje puede pedir algún pueblerino que me brinde cobijo y alimento. Dar alimento a un monje es un deber de las personas; también duermo en cualquier parte con techo o sin techo. -Se ríe un poco.-

-Miró atentamente a Bajie, mientras le susurraba, estaba claro que lo había sacado de ese incomodo momento, era extraño que alguien se diera cuenta, ya hacia tiempo que no tocaba ese tema- P-refiero que sea así... Dejemoslo para otra ocacion...- Terminó con una pequeña carcajada y a continuación siguió escuchando las sabias palabras de su camarada hasta que le pregunto en donde descansaba - La verdad, no tengo hogar como tal, ya te hable que Astora no es mas que ruinas. La verdad ahora descanso en una cama cuando llego a alguna taberna de algún pueblo, ya sabes; si no entonces descanso junto a una cálida fogata en donde sea.-