PrincessBonnibelBubblegum

Espero que tus dulces súbditos no tarden, o de lo contrario buscaré otra cosa que tenga el color rojo para alimentarme

Respondió no de muy buena gana a la princesa. Se dirigió a la ventana, halando tan solo un poco la cortina para ver el paisaje que se asomaba, junto con los rayos de sol y la dulce gente que ya empezaba a andar por las calles.
Gruñó. Había olvidado la sombrilla que siempre llevaba para salir en esos casos, para que el sol no perforara ni un solo centimetro de su grisácea piel.

Suspiró desganada, pero al instante volvio a sonreir, retornando a donde la dulce princesa, con una pirueta en el aire y colocandose a su lado.


Y dime, ¿qué planes tienes para hoy? ¿Piensas salir a algún concierto de Rock a tu dulce Reino? ¿O irás a espantar a alguien?
Al hablar, movía sus brazos onduladamente, como una serpiente, cosa que la hacia ver hasta cierto punto graciosa.

Ahh.. cierto, olvidaba con quién hablaba. La señorita que pasa todo el día encerrada en su laboratorio para investigar cosas extrañas. Deberías salir a divertirte más, no sé, asustar gente.

Y trás decir eso, su apariencia cambió a una tenebrosa: los ojos rojos y los colmillos se le notaban más, pero esto solo duro por segundos.