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━ Mejorando con el Oufit. (?)
 
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PortgaDAce · 26-30, M
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¡Yajuuuuuu! esto es mucho mejor para ser premio de consolación, gracias, pero diablos espero no toparme mas con esa maquina.

Dijo entre risas ya terminando de llenar ambas bandejas, desbordaba un poco por los pequeños bols que se había cargado pero mantenía el equilibrio de estos como cual malabarista, buscando una mesa con ella, empieza a comer sin mas y tomando de lleno algunas latas de soda que se trajo.

¿Vez como todo mejora? y tu pensando en cosas innecesarias por tus berrinches e incluso por la mercancía que supuestamente ibas a usar para fines egoístas. (?)

PortgaDAce · 26-30, M
[+] Consiguiéndolo al fin, fue un silencio breve, pero levanto los brazos victoriosos acompañado de un largo suspiro pesado, importándole poco caer por el empuje de la animada mujer. Una vez echo corresponde al abrazo y al beso riendo con suavidad. Solo que siempre recordara ese maldito juego. (?)

Caminando nuevamente para salir de aquella sección del callejón recordaba el topokki con la carne de cerdo; el olor la textura, casi con un rostro melancólico, pero sin quitar esa sonrisa de encima, en verdad quería probarlo.

Una vez fuera tomado de la muñeca vuelve en si extrañado y solo la sigue a este punto cualquier cosa podría esperar y poco podría protestar, solo debía cuidarla. Una vez llegado al buffet, observo en los mostradores todo tipo de delicias marcando brillo en sus obres como cual estrellas, solo tomaba dos bandejas y comenzaba a servirse entre verduras, carnes, algunas salsas y también algunas ensaladas.

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PortgaDAce · 26-30, M
¡Grrr! que pedazo de mierda.

Nunca antes se había sentido frustrado, el pelea entrena para desafiar todas las adversidades que el mundo le tira en su camino, pero nunca antes ante aquella maquina de premios a la cual por primera vez desafiaba, su estado de animo y el de la ajena estaban en juego y no podían avanzar por cuanto mas capturaba o erraba con aquel peluche mencionado.


La segunda opción comienza a sonar mejor porque quien creo este juego debió ser un idiota. . .

Anexo con un tono brusco, el rostro de aquel pecoso reflejaba la angustia que sentía y como el hilo de su paciencia le haría destrozar la maquina, al igual de la ajena a quien se le notaba que perdería su estabilidad emocional por aquel juguete que se desesperaba. Luego de varios intentos y con la raíz roja invadiendo el lóbulo de sus ojos, apreto con fuerza aquella palanca para dirigir por ultima vez el premio

Salieron de aquel recinto y por el callejón iba jugando con su enorme peluche, notaba al otro de mal humor, quizá porque le había arruinado la experiencia de haber probado un platillo por lo que se acercó hasta él y le tomó de la muñeca para arrastrarlo hasta un negocio que había visto anteriormente. Se trataba de un restaurante con buffet japonés, sirviendo variedad de platillos de todo el mundo, incluidos algunos de Wano (aunque menos deliciosos).

Bien, ya que obtuviste mi peluche toca recompensarlo de la mejor manera y tu favorita así que adelante, pagaré un buffet para ambos y puedas comer lo que gustes.

en la palma de su mano.

Son las últimas que me quedan, si no lo agarramos, podemos recurrir a nuestros modos piratas de hacerlo pero, no tendríamos que volver a aparecernos por aquí.

La peliazul se colocó a espaldas del pirata, asomando su cabeza por encima de uno de sus hombros mordiéndose los labios y con la mirada clavada en la garra de la máquina, esperando a que el pecoso pudiera tener éxito esta vez. Las gotas de sudor resbalaban por la sien de cada uno, hasta que finalmente lo había logrado. La pirata de la emoción empujó al otro para que se apartara y pudiera sacar aquel dinosaurio, abrazando a este y dando saltos de la emoción; acto seguido buscó al pirata para darle un abrazo fuerte y un beso en la mejilla; mostrando lo impulsiva que llegaba a ser con sus emociones. « + »

El cristal de aquella máquina de peluches ya estaba empañado por el aire caliente que salía de las fosas nasales de la pirata, presionando sus dientes entre sí mostrando una desesperación enorme porque el azabache seguía tardándose lo suyo en intentar coger aquel dinosaurio. Uno. Dos. Tres intentos habían tenido pero la suerte los había abandonado; pero la chica de cabello color celeste no se iba a ir de ahí sin aquel peluche enorme, pero al ver que los intentos de ambos eran inútiles, sus ojos comenzaron a brillar por unas cuantas lágrimas que aparecían en sus ojos.


Ambos piratas se habían quedado sin monedas, por lo que la mujer fue hasta el mostrador de aquel arcade a cambiar un billete por unas cuantas monedas más. Regresando las introdujo y volvieron a perder, así repetitivas veces. Sacó las últimas enseñándoselas al azabache « + »
PortgaDAce · 26-30, M
[+] Lamentos eran los que resonaban en su alma y en su estomago, con una cara tragi-comica que luego de notar lo que quería se quedo mirando aquel peluche solo para ver el rostro ajeno de la mujer, quizá ahora ese deseo y entusiasmo le conmovió un poco.

Supongo que podríamos probar.

Saco su billetera y de unas tres monedas introdujo tres ya que eran el requisito de la maquina, tomo la palanca y movió de esta para ubicar la posición de la garra debajo de aquel peluche, pero intentar agarrarlo era complicado ya que al ser grande no podía buscar el angulo correcto, lo cual le angustiaba un poco.

PortgaDAce · 26-30, M
[+] ━ ¡Oye Ulti, no seas tan apurada, recuerda que. . .!

Antes de poder proseguir con el reclamo ajeno se cortaba de inmediato al olfatear una buena gama de sabores, levanta una ceja y con severa lujuria intenta buscar desesperado el origen de aquel olor, era una tienda a su costado, llevado de la mano en un tazon grande por una mujer quien lo mostraba a las personas que pasaban cerca cuando se lo enseño al pecoso la saliva escurre por sus comisuras y ojos brillan como si fuera el tesoro esperado estirando el cuello a por el platillo.


Era el famoso topokki el cual estaba con abundante salsa de chile, rodajas de carne de cerdo, cebolla y piel de pescado. Estiro su mano con la intención de obtener esa prueba gratis para el pero su nube de felicidad fue destruida cuando la ajena le jalo nuevamente hasta otro local.

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PortgaDAce · 26-30, M
No parecía haber fin cada palabra que escuchaba por parte de la ajena; una motriz en la boca que simplemente despegaba todo lo que en su sin fin de planes armadas en su cabeza escapaban sin titubear, quizá porque ahora el azabache se volvió alguien de suma confianza que la escucharía.

No fue hasta entonces que hizo caso a su opción por aquel callejón que sin tener seguro o de donde agarrarse siente su cuerpo siendo arrastrado por la fuerza inminente de las emociones de la pirata, quien solo se dejaba llevar por el momento mientras que el azabache alarmado solo se preocupa de ser pena y risa entre los civiles que paseaban por ahí.
Ahora bien, una vez ahi no quitaba que toda esa zona era de apreciar; los colores y cada una de las decoraciones solo pintaban el ambiente de una forma tradicional que se hacia el paseo mas emocionante. Una sonrisa escapa del azabache quien se olvido de momentos toda esa agitación al momento que frenaba.

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« + » cristal, su nariz siendo aplastada por este mismo hasta que el otro estuviera a lado de él y le señaló lo que parecía ser un peluche de gran tamaño en forma de T-Rex color azul con rosa; los mismos tonos de su cabellera.

━ ¡Ace! ¡Mira! ¡Mira! ¡Miraaaaaaaa! ¿Podemos intentar cogerlo antes de ir a comer? Por favor, por favor, por favooooooor. ━


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