Seria, sádica...
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TsukiLune · F
**Su vasta experiencia a lado de los Ángeles Guerreros de la Luna le indicó que debía esquivar aquella concentración de cosmo energía, por lo que optó por elevar sus brazos a nivel de su pecho y cruzarlos en un suave movimiento, formando así una "X" frente a ella, ante aquel acto, un platino circulo se formó entre la Estrella y el Heraldo de Hades, era el holograma de la Luna materializado en un resistente escudo. Sin perder aquella postura defensiva, dio un potente salto hacia atrás para minimizar cualquier peligro que pudiese ocurrir.
La mirada pasiva de la suma Sacerdotisa jamás se alejó de su contraria, sus profundos ojos celestes analizaron rápidamente la postura de la gótica dama, el ritmo de aquellas descargas eléctricas, el movimiento zigzagueante de la energía ken, y por último el campo de la ahora batalla. Su personalidad serena, le daba la oportunidad de hacer fríos cálculos para pensar en su siguiente ataque antes de continuar; y así cuando logró ver un punto ciego, tomo la decisión de contra atacar.
Dio un potente salto hacia los oscuros cielos, las estrellas que se habían ocultado tras las densas nubes, descendieron del firmamento atravesándolas sin piedad para ubicarse en los cuatro puntos cardinales de la Hija de la Luna, protegiendo así su cuerpo en el momento en que planeaba atacar; y así, en su vuelo, hizo uso de una de sus más poderosas técnicas. Tomando la postura de arquera, materializó de golpe su cosmo energía logrando formar con ella un arco y una flecha, ésta última no era más que una composición de innumerables estrellas perfectamente alineadas y concentradas en una fina línea con punta triangular, la cual al ser liberada del agarre de su mano, salió disparada en dirección al Heraldo de Hades.
Aquella sagita marco una trayectoria diagonal descendente para enfrentar a la cósmica serpiente, las estrellas que se habían alineado perfectas en la flecha se separaron y dispersaron al momento de ubicarse a metro y medio de su objetivo, logrando con esto, no un ataque concentrado, sino una lluvia de estrellas que buscaban impactar diferentes puntos de aquella energía lóbrega para perforarla y romper la unión de aquella energía ken. Tal fue la fuerza del impacto que una nube de polvo se alzó violenta siendo el velo perfecto, para que la Sacerdotisa de la Luna aprovechara y extendiera, en su espalda, un par de hermosas alas blancas formadas con el auxilio de sus estrellas, las cuales le dieron el impulso necesario para llegar a 1 metro de distancia de la sombría dama del Inframundo, y quedando frente a ella, la joven Estrella, tomó una vez más la pose de arquera, apuntando directamente a su contraria, esperando el momento en que el polvo se disipara y esta pudiera verla.**
Baje su arma y ríndase, por favor…
La mirada pasiva de la suma Sacerdotisa jamás se alejó de su contraria, sus profundos ojos celestes analizaron rápidamente la postura de la gótica dama, el ritmo de aquellas descargas eléctricas, el movimiento zigzagueante de la energía ken, y por último el campo de la ahora batalla. Su personalidad serena, le daba la oportunidad de hacer fríos cálculos para pensar en su siguiente ataque antes de continuar; y así cuando logró ver un punto ciego, tomo la decisión de contra atacar.
Dio un potente salto hacia los oscuros cielos, las estrellas que se habían ocultado tras las densas nubes, descendieron del firmamento atravesándolas sin piedad para ubicarse en los cuatro puntos cardinales de la Hija de la Luna, protegiendo así su cuerpo en el momento en que planeaba atacar; y así, en su vuelo, hizo uso de una de sus más poderosas técnicas. Tomando la postura de arquera, materializó de golpe su cosmo energía logrando formar con ella un arco y una flecha, ésta última no era más que una composición de innumerables estrellas perfectamente alineadas y concentradas en una fina línea con punta triangular, la cual al ser liberada del agarre de su mano, salió disparada en dirección al Heraldo de Hades.
Aquella sagita marco una trayectoria diagonal descendente para enfrentar a la cósmica serpiente, las estrellas que se habían alineado perfectas en la flecha se separaron y dispersaron al momento de ubicarse a metro y medio de su objetivo, logrando con esto, no un ataque concentrado, sino una lluvia de estrellas que buscaban impactar diferentes puntos de aquella energía lóbrega para perforarla y romper la unión de aquella energía ken. Tal fue la fuerza del impacto que una nube de polvo se alzó violenta siendo el velo perfecto, para que la Sacerdotisa de la Luna aprovechara y extendiera, en su espalda, un par de hermosas alas blancas formadas con el auxilio de sus estrellas, las cuales le dieron el impulso necesario para llegar a 1 metro de distancia de la sombría dama del Inframundo, y quedando frente a ella, la joven Estrella, tomó una vez más la pose de arquera, apuntando directamente a su contraria, esperando el momento en que el polvo se disipara y esta pudiera verla.**
Baje su arma y ríndase, por favor…