*Tras un suave movimiento de su pequeña cabecita, el hermoso felino se desvaneció y al cabo de unos minutos, tras una espesa cortina de humo, una silueta femenina bien torneada comenzaba a hacerse visible, a su lado podía verse una gran ofrenda, llena de resplandecientes tesoros en oro, perfumes y demás artefactos procedentes de su tierra.
Altiva, orgullosa y segura de si misma, la reina de la tierra de Sheba se acercó al faraón haciendo un solemne gesto con su cabeza
—Gran Faraón Ozymandias, gracias por recibirme en su hermoso palacio, es para mi un gran honor ser acogida en su morada.
Con una amable sonrisa en su rostro, la Reina observó directamente al legendario faraón.*
*una especie de gato albino con ojos dorados llega al lugar con una carta de sello dorado, en su interior venía el escrito: Gran Rey Ozymandias, me gustaría pedir su autorización para visitar su palacio, me agradaria sostener una amena charla con usted.
Atte: Sheba-
Aquel peludo amiguito llegó hasta los aposentos del resplandeciente faraón egipcio esperando una respuesta*