OliviaRoss

–Veintisiete veces, ¿huh? –repitió, divertida y a la vez, intrigada de la precisión del dato, ¿quién cuenta ese tipo de cosas? Habían pasado años desde que había visto a Olivia y era primera vez que veía -o al menos, que prestaba atención- que ella tuviera ese tipo de comportamiento. Anne se reclinó en el asiento para apoyar la espalda, achinando la mirada mientras la escuchaba. – Pero cómo, ¿no los veías? Seguramente andas muy distraída. Así es esta ciudad, hay muchísima gente siempre. Ya te vas a acostumbrar... –Iba a retomar su trabajo, pero lo del tipo le llamó la atención. Una irritación discreta surgió al escuchar eso. – ¿Qué? ¿Dónde?