« Back to Album · Next »
Estaba dormida y recargada en el marco de la ventana de su hogar: el templo de Apolo. No soñaba, ella nunca lo hacía, pero aún así sentía tanta paz que su cuerpo no encontraba incomodidad en la posición. Su sueño ligero le permitió sentir cuando unos labios besaron su frente así que, tras unos segundos, fue abriendo de a poco los ojos observando a uno de sus cuidadores. Por la posición era seguro que él no se daría cuenta de ello.
 
This page is a permanent link to the comment below. See all comments »
Hubo un breve silencio tras aquel momento, que fue roto por la voz tímida y melodiosa de la Phytia. Eso bastó para sacar a Eryx de su ensimismamiento, pues, tras aquel instante revelador, se había dedicado a contemplar sus propias manos, como si intentara grabarse a fuego la sensación del tacto ajeno sobre el suyo. Mas, cuando la escuchó hablar, parpadeó dos veces antes de recobrar la compostura - o al menos, intentarlo. —Pythia... —Comenzó, con un tono de disculpa asomando a sus palabras; así la chica no hubiera dado muestra alguna de que el contacto le hubiera repugnado, él mismo sabía bien que había traspasado ciertos límites, poniéndose en una situación donde podía ser reprendido o incluso relevado de sus funciones. Pero, así lo supiera, no existía ni un atisbo de arrepentimiento en él; lo aprendido bien había valido la pena. Levantó la mirada para observar el rostro del Oráculo y, al hallarla igual de concentrada que él hacía unos segundos atrás, sonrió de medio lad
 
Send Comment

Add a comment...
 
Send Comment