« Back to Album · Next »
Estaba dormida y recargada en el marco de la ventana de su hogar: el templo de Apolo. No soñaba, ella nunca lo hacía, pero aún así sentía tanta paz que su cuerpo no encontraba incomodidad en la posición. Su sueño ligero le permitió sentir cuando unos labios besaron su frente así que, tras unos segundos, fue abriendo de a poco los ojos observando a uno de sus cuidadores. Por la posición era seguro que él no se daría cuenta de ello.
 
This page is a permanent link to the comment below. See all comments »
O1560071 · F
Ese movimiento tan drástico fue lo que termino de despertarla. Se mostró sorprendida y un tanto asustada mientras recargaba ambas manos en sus rodillas y se hacía instintivamente hacia atrás; ¿su temperatura?, la Oráculo jamás había enfermado durante toda su vida pero sí había visto a los sacerdotes pasar por resfriados así que, para comprobar por sí misma, se llevó la palma a la frente, levantando un poco su flequillo verde. — Creo que estoy bien... — Murmuró antes de bajar su mano. — Pero tú... Tú te ves muy rojo de la cara. — Apenas lo notó pues no había atinado a verlo bien. Preocupada se levantó de su cómodo sitio y avanzó hasta el contrario colocándose de puntillas un poco para poder alcanzarlo y así aplicar el mismo método que él con ella. Colocó sus labios en su frente y esperó a sentir la tibia piel ajena que, en efecto, se encontraba un poco caliente. — Creo que tienes temperatura. — Murmuró sin despegarse ni un poco de él.
 
Send Comment

Add a comment...
 
Send Comment