— No me preocupaba, en lo absoluto. —Por oír su risa termina sonriendo suave. Sin más abrió la botella y bebió como debía, con los labios apoyados. Pero, de todas maneras inclinó un poco la cabeza.— Gracias por enseñarme algo nuevo.
—Si, digamos que las personas son muy... especiales con los besos. Pero no tienes que preocuparte. Prefiero los besos directos que los indirectos.— Le guiña un ojo, riendo para después cruzarse de brazos. —Igual ya puedes beber sin preocuparte.
— No comprendo. Lo explicas bien, pero no tiene sentido el que se comporten así. —Le estaba dando vueltas al asunto. Si hasta tenía el ceño fruncido, porque le costaba encontrar lógica. —¿Sólo es por los labios? Si tú y yo tocamos el mismo objeto, ¿no pasa nada? Creo que el tacto de las manos es algo más intimo.
— ¿Innecesario? Para nada, no soy un chico fácil— Guiñó su ojo derecho luego de simplemente guardar las manos en los bolsillos del pantalón propio. Se encogió en hombros ante la pregunta. —Realmente no lo sé, pero las chicas suelen sonrojarse cuando uno bebe de su mismo recipiente y decir que se besaron indirectamente ya que los labios de ambos tocaron la misma superficie.
— ...Innecesario. —Fue extraño, pero por fortuna no se derramó agua, eso le habría molestado. Tomó la botella, pero le miraba a él.— Tus labios no me tocaron, entonces no es un beso. ¿Los besos indirectos son algo real?
—Bien...— Toma la botella y la coloca sobre la cabeza propia, dejando caer un chorro de agua en la boca propia, para evitar tocar la parte superior de la botella . —Hm...— Atraparía el chorro con la boca abierta para luego acercar la botella a la chica, dando el trago del agua. —Muchas gracias, así podrás beber de ella, y no tendrás que darme un beso indirecto.
