Un poco inesperado, para ese momento se había sentado por lo cual, le sintió recargar en el hombro. Parpadeó dos veces, aunque la final le sonrió con cierta gracia en su expresión.
—Pensar que dices eres mayor que cualquier cosa que haya encontrado antes, pero aún así, duermes tan plácidamente.
No se movió un solo centímetro, la dejo descansar en su hombro. Hasta sin darse cuenta, cerrar sus párpados y descansar de la misma forma
- Una amable sonrisa fue la respuesta ante aquel comentario por parte del cazador, era momento de descansar, después de todo, tenía que acostumbrarse a vivir en un cuerpo humano, recargo suavemente su rostro en uno de sus hombros y se entrego a las brazos de morfeo sin decir nada más -
Ha visto deidades antes, e incluso llegó a ser el causante de la caída de uno, todos viendo a los humanos desde cielos inexistentes, desde un punto de vista cual hormigas. Pero ella... Su mera curiosidad es suficiente para en el despertar ese interés, no solo en conocer mejor, si no también en mostrarle.
Desvío la mirada de regreso y con esto le sonrió, le agradaba cuando mostraba ello.
—Bien, creo que me encargaré de enseñarte entonces. Hay cosas que aún no has visto de los humanos, será un placer que puedas aprender más.
- Poco a poco fue descendiendo hacia el suelo para quedarse sentada abrazando sus piernas con sus brazos, la deidad vaya que sentía curiosidad por la raza humana, su viaje cada vez estaba siendo más interesante -
Quiero seguir recorriendo el mundo para conocer más de ustedes, eso me haría muy feliz
— Los humanos son una bola de azar viviente como especie, creo que es lo mas gratificante de nosotros—
Una risa salio de sus labios, el yacia recostado sobre el suelo, usaba sus propias manos como almohada mientras hablaba con ella, primero su mirada en su direccion, antes de posarla nuevamente sobre el techo.
— Es imposible quedarse con solo una opinion... desde los mas debiles hasta los mas sonados, cada uno es un mundo diferente
— Algo semejante, algunos solo miran por si mismos. Otros, miran tanto por los demas que se centran enteramente en cuidar de otros mas que de si mismos. Es todo un intercambio de variedades y voluntades.
— Ha, creo que con eso ultimo me has puesto en jaque. No estoy acostumbrado a que cuiden mi espalda, pero, si es una forma de respuesta... creo que puedo aceptarlo.
