— No eres muy inteligente al parecer. — Levantó las cejas sin evitar que se escape una carcajada más sonora, agarrándose el estómago tras quedarse sin aire. Pero de acá a otro momento, el semblante cambia; la sonrisa peculiar que caracteriza ese cuerpo desaparece. — Escuché de ti mientras vagaba en el universo. —

* Aquella risa irritó un poco a la joven ¿Acaso se estaba burlando de ella? Se quedó con una expresión sería para observarle de pies a cabeza, le hablaba como si conociera por completo su naturaleza, lo cual le asombro un poco, indagaria en él lo más posible para ver de que se trataba, sonrió amablemente al final y anexo * No soy un moustro, soy una deidad dimensional. Y no tuve que esperar tanto tiempo para reencarnar, puedo cambiar de forma cuando yo lo desee en el tiempo que quiera, ahora, tengo una pregunta para ti ¿Por que supiste identificarme?

— ¡Hahahaha!. Nunca imaginé que una criatura como tú fuera a caer en este plano. Pero tú ya debes saberlo. ¿Cierto?. — Sonrió. No era por amabilidad ni cortesía, le daba gusto que criaturas igual de perversas tocaran el mismo plano donde él fue a dar. — Para ser un monstruo elegiste un buen cuerpo. ¿Cuantas reencarnaciones de tomó?.—