NoahHolmes

Frunció su pequeño ceño no entendiendo del todo qué es lo que hacían ahí y por un momento se sonrojó de la vergüenza creyendo que malinterpretó todas las palabras del muchacho y que, lo que ella creía que iban a hacer, en realidad, no sería así. Mordió su labio inferior con nerviosismo y paciencia y sus orejas se encendieron un poco cuando el muchacho las rozó para acomodarle los cabellos. Jamás en su vida habían tenido gesto tan tierno como aquél y eso hizo que su corazón se llenara de una tibieza indescriptible, pero protectora.

Tuvo que respirar profundamente para soportar el peso de todas las emociones y sentimientos que actuaban en su contra en ese justo momento. La curiosidad, la anticipación, el nerviosismo y la expectativa hacían mella en ella con fuerza. Se permitió enredar sus dedos con los largos del muchacho y darle un pequeño apretón, queriendo transmitir con apenas esa unión, la inmensidad que tenía por dentro consumiéndola. Su respiración era tan acelerada, tan anormal. Todo aquello era nuevo para ella, con tanta intensidad, con tanto anhelo.