La mirada asesina que le lanzó al soldado advirtió que no habría de contenerse y, de ese modo, empezó a pelear con él de manera violenta. Si no lograba acabarlo con rapidez, más y más pasarían.

No esperó respuesta alguna, de inmediato apresuró el paso y se lanzó para interceptar a uno de los atacantes. Ella podría ser perdonada porque estaría actuando conforme a su misión de encubierta, incluso tenía el permiso de asesinar si eso le daba credibilidad a su papel. Se inventaría algo para el papeleo. No sería la primera vez.

—¡A por ella! —la voz de Dimitri Starffano, un mercenario conocido en la galaxia por trabajar para el bando más conveniente, se escuchó fuerte y clara conforme entraba en el establecimiento. Eran varios los que iban llegando, al parecer, pero se habían dividido y ella estaba segura de poder sola con al menos tres—, ¡y no se olviden del informante!

Su espada la cubrió de un par de balas más y con movimientos ágiles se deshizo de uno, pero fue incapaz de interceptar a aquel que corrió tras Noah, porque otra espada similar a la suya le cortó el camino.

Lo único que la extrajo de ese trance fue el sonido de un disparo saliendo justo detrás de ella. Fue como si su cuerpo supiera cómo actuar ante ese estímulo específico, por lo que desenvainó su espada de plasma e interceptó de un movimiento la descarga letal que se dirigía hacia Noah. Inmediatamente las ideas regresaron a su cabeza y supo, con absoluta seguridad, que si los verdaderos imperiales o los asesinos trabajando para ellos reconocían el rostro de Chevallier, lo castigarían con la muerte por ser un desertor tras una importante batalla.

Como Imperial, Arspica tendría que asesinarlo ella misma. Como miembro de la Alianza tendría que protegerlo. Como Vela, ¿qué?, ¿qué haría?

—Largo, ve con Walter. Los alcanzo después. Escucha, no sé qué esté pasando, pero si te ven las cosas serán peores para todos.

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Thesa VI 12:34:21 3°[/code]

Al fin había llegado la respuesta a su informe. Sí, ella había sido la que envió al Imperio la ubicación de la misión que la Alianza había planeado; indicó el lugar, el momento y avisó de un tercero, un informante. Pero no había esperado que la persona de la que podía prescindir en la misión era Noah. Si es que era Noah. Qué horrible confusión.

Para Vela todo pasó en cámara lenta. Walter se separó de ellos y el deber de Arspica era seguirlo para asegurarse de que estuviera a salvo; sin embargo, no pudo mover los pies para seguirlo por más que así lo quisiera.

-Pero, siendo ignorante aun de tal cosa, el azabache esperaba su respuesta para marcharse de una vez, el tiempo apremiaba para todos, pero el destino queria algo mas, el maldito destino que los reunio en este lugar-

Esto tiene que ser una broma.

-Entonces, el azabache extrajo su arma, una pistola de plasma, desde su bolsillo, decidido estaba en tener que largarse pero las cosas se hicieron mas complejas de lo esperado. Ahi tambien entraria el anterior ser que tuvo problemas al inicio, cuando los que le retuvieron habian sido "entretenidos" este fue directo hacia Meyer, una carga desesperada por llevarselo y pasar de los otros dos, aun si tuviese que lastimarlos.-

Y..mierda -El azabache sabia que quedarse donde estaba seria un problema, asi que fue el primero que estrategicamente esprinto hacia la derecha, dando un disparo de advertencia para que la cosa lo siguiera- Nos vemos afuera!

-Si tan solo pudiera sentir la tension que estaba ocurriendo en ese instante, tres personas reunidas por la misma tragedia en un solo espacio de tiempo y lugar, si tan solo Walter pudiese reconocer el rostro de una de las tantas vidas que forzosamente tuvo que apagar...sentiria arrepentimiento de verlo delante suyo? Quizas su estomago de revolveria por la contradiccion, o tal vez encontraria esperanza en que esta no se hubiese perdido-

-Era un eslabon desconocido en esta triada de tragedias, posiblemente el que desencadeno este evento sin saberlo, el diablo, el maldito demonio que debia ser asesinado aunque su propia cruz lo intentara señalar como martir. Al final de cuentas, era solo otra victima mas, la cual una multitud silenciosa clamaba por su ejecucion, su flagelacion y final crucifixion...

Una graciosa ironia que el tuviese una conexion con uno de los tres en este conflicto.-

Soltó un quejido, habían llegado demasiado temprano. Estaban preparados. ¿Alguien les había vendido o…?

—Nos vamos, ya.

Tenía la pistola debajo de su chaleco preparado, solo necesitaba escuchar su respuesta. Esto se iba a poner muy complicado.

Justo de la entrada donde los dos chicos habían entrado, dos guardias de la taberna —muy robustos— habían sido llamados hacia donde los dos “imperiales” se encontraban.

Al ser una de los planetas mucho más alejados del Imperio, las reglas eran un caos y el orden sobre el mismo un infierno incluso con tantos intentos; por lo tanto, muchos agentes detrás de muchos lugares habían sido puestos para mantener la tranquilidad lo mejor que pudieran, encontrar y eliminar era una ley sin escribir muy natural en esos entornos hostiles.

Sin un solo pensamiento en mente, uno de los guardias sacó la pistola delante del guardia y derramó la sangre del agente encubierto delante de todos. Entre un gritó de terror, el siguiente intentó sacar su pistola sin mucho éxito, cuando el otro guardia le recibió con un puñetazo sobre el rostro y comenzó a desfigurarlo.

Al parecer, ese bandido no había sido el único en ver a Walter.

Pensarlo y experimentarlo eran dos experiencias diferentes. Incluso con el trago de aire necesario y su centro sobre el vacío, su mente estaba revotando sobre clavos oxidados desde hace algo de tiempo. Se repitió a sí mismo “eres Richard Gruber” un sinfín de veces en el pasado, y para cuando la voz del hombre se escuchó, no era necesario hacer ninguna acción diferente de la que ya vivía convencido. Ver al hombre que fue causante de la muerte de Noah fue complicado, tenía suerte de no haber tenido contacto ojo con ojo en ese día y eso ayudó más a su mentira. En cambio evitó cualquier contacto concreto con Vela, ignorando por completo su presencia al lado de su asesino, no fallaría este momento.

Esta era su misión. Este era Richard.

—La puntualidad no importa —con el paquete sobre su mano, este recogió sus cosas para prepararse sobre algo—. Espero tengas una vía rápida de escape de este planeta.

¿Su vista estaba engañandola? La voz de Walter se volvió un eco en los oídos femeninos y el tiempo pareció frenarse al rededor de ella. ¿Era... Noah? Imposible, él había muerto. Pero ese rostro, esa mirada que ella conocía tan bien... Debía ser, debía ser Noah. El sonido galopante de su corazón le llegó hasta la cabeza y tuvo de pronto el mismo vértigo que experimentó tantos años atrás, cuando no pudo salvar a Chevallier de Meyer. De pronto el aire comenzó a faltarle, pero se obligó a mantener a medias el temple, dándose pequeños pellizcos en el brazo izquierdo a escondidas antes de sucumbir por completo a un "episodio" como causa del estrés post trauma vivido.