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—¿Te digo un secreto? No tengo la menor idea de cómo se usan estas cosas. Eso las hace más divertidas.
 
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Sapphire666 · 100+, F
-Y como buena estudiante dedicada a cada procedimiento, apuntó con el arma, jaló del gatillo y le proporcionó a cada uno de ellos una bala, comenzando por el viejo, al que le perforó la cabeza e instantáneamente cayó al piso con la mitad del cráneo deshecho, repitiendo la escena que momentos atrás realizó con los demás compañeros, después se fijó en Bety, Esperalda y Alber, disparando mientras ellos corren inútilmente por salir de ahí, sin embargo Sapphire fué más rápida y precisa tras volarles la cabeza o simplemente dibujando una gran herida en la espalda a la altura de los omóplatos.-

-Listo, maestro. Todos lloraron como vil ratas. -Dijo ahora más centrada en la profesora, quién de un momento a otro, comenzó a desnudarse para quedar a la Merced del hombre con la intención de envolverlo en aquel conjuro erótico y darle una lección a la niña.-
Nikto · M
Escuchaba cada palabra que era intercambiada, disfrutando por supuesto de tan delicioso caos. Sin embargo, no podía confiar en las palabras que le referían a Sapphire, no necesitaba oler la hipocresía con la que apestaban. Promesas falsan en un afán de apaciguar la situación, no eran más que eso.

—Termina con todos ellos —señaló entonces a la profesora, con una sonrisa en el rostro. —Excepto a ella. Merece sufrir más, nos tomaremos nuestro tiempo con ella.
Sapphire666 · 100+, F
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Sentir aprecio y creer en la tonta mentira de la profesora, todos están cavando su propia tumba.-

Bety: Sapphire entiende qué te queremos, yo te quiero pero me duele que seas muy agresiva, no siempre podrás salirte con la tuya. Quiero que estés aquí, vamos puedes empezar de nuevo y hacer tus tareas, dibujos y todo lo que quieras, claro que lo puedes hacer.

- Tks... ¡Ya cállense! Son unos mentirosos, especialmente tú, Bety, eres una hija de puta. -Alzó el rifle para dispararles y terminar con esa horrible y penosa situación en la que se encuentra.- - Maestro ¿Qué debo hacer? -Aún apuntando con el rifle, prefirió seguir las reglas de su nuevo mentor en aquella situación de incertidumbre.-
Sapphire666 · 100+, F
- Me gustan las sorpresas son... -Antes de proseguir, el grito desgarrador de la cruenta mujer se escuchó, así mismo, detrás de ella venían otras dos niñas más y un pequeño igual de tóxico como los demás infantes que Sapphire asesinó al principio.-

A: ¿Qué has hecho? ¿Cómo te atreviste hacer ésto? ¿Porqué tuviste que hacerlo? Pudimos llegar a un arreglo. ¿Así piensas pagarme de esta manera? Fui yo quien decidió aceptarte en el plantel, pero me equivoqué, pensé que éstos niños eran tus amigos. -Argumentó el viejo hombre trayendo un lujoso traje, incluso se podía ver que llevaba mal.puesta la cremallera del pantalón.-

-Lo siento,no son mis amigas y... Me iré de aquí.
V: ¡No, no te vas a ir! -Dijo la profesora, cuya edad reside entre los 57 años de edad.- -Sé que no debí ser injusta contigo, sé que les di más la preferencia a los demás. Vamos, olvidemos esto, borrón y cuenta nueva. Vamos, tranquilízate, no te enojes, somos amigas ¿No?
- ¡No! -Apuntó con el rifle porque lejos de
Nikto · M
—Ya lo verás, tengo algo planeado para tu... —y en el momento preciso, el ensordecedor grito de horror de la profesora resonó por el lugar. Pánico y horror provenía de los adultos sobrevivientes, pero aún no era su momento.

—Debemos irnos, seguramente llamarán a la policía. Termineremos con ellos esta noche —y así, tomó a Sapphire de la mano, saliendo del lugar.
Sapphire666 · 100+, F
-Las vísceras y la viscosidad de la sangre, además de los órganos internos mezclados con plomo y los alimentos ahora convertidos en una mezcla nauseabunda, impregnaron las mesas, sillas y la barra de alimentos.- -Gracias, maestro.. -Respondió con satisfacción y tristeza a la vez, pero ahora que no tiene nada que hacer en el lugar, giró su vista al azabache en una especie de relación entre profesor y pupilo tras un nuevo aprendizaje.-

- ¿Qué puedo hacer más por usted para hacerlo feliz, maestro? -Le preguntó con ese dulce tono en su voz, reintegrando el espontáneo gesto que cualquier pequeño demuestra, pasando por alto ambas niñas obesas y muertas con ambos estómagos recién reventados.-
Nikto · M
Nuevamente, las palabras que las menores intercambiaban caían en sus oídos como estática ininteligible. Rabia y resentimiento, y el recién adquirido gusto de Sapphire por arrebatar una vida, el éxtasis de esas sensaciones era lo único que albergaba su ser.

Mayor fue el deleite ante los fuegos artificales creados por la pequeña, el estallar caótico de esas entrañas, antepuesto por el estruendo del arma. Un final perfecto.

—Un sólo día y tu puntería ya es excelente —acarició los suaves cabellos de la menor, halagándola como si hubiese obtenido una buena nota en alguna tarea. —Me has hecho muy feliz hoy.
Sapphire666 · 100+, F
-Mara, la niña de cabello teñido de rubio y con esa extrema gordura, se levantó viendo con rabia y odio a la pequeña.- M: Tengo necesidad de comer, tú no lo haces porque no tienes esa escases, tú no lo requieres como yo. Ana y yo sufrimos bastante, tú no sabes de eso. -Argumentó mientras escondía algunos panes de dulce bajo su indumentaria, mientras Ana (la otra niña de obesidad morbida, cabello y piel oscura) haría exactamente lo mismo.-

A: ¿Qué pretendes hacer? ¿Crees que no me duele que intentes algo malo? Tus palabras son hirientes había mi.
Mara: No eres nada perfecta, eres malvada y tú quieres solamente creerte mejor, pero no eres nada sino una estúpida niña abandonada.

- Son unas puercas. -Dijo viéndolas con repulsión, apuntando el arma y disparando a ellas, dibujando les un enorme agujero en sus abultados estómagos que explotaron al instante dejando un asqueroso escenario.-
Nikto · M
Dos niñas entregadas a la gula, el aroma putrefacto que provenía de ellas era casi animal. Aquel lugar estaba lleno de gratas sorpresas para él. Sonrió de medio labio, observó al par de regordetas que ni ante el cañón de un arma parecían abandonar su mórbida alimentación.

—Hazlo —enunció, colocando suavemente sus dedos sobre el hombro de Sapphire, a la espera de la lúgubre ejecución.
Sapphire666 · 100+, F
-Sapphire le siguió en todo momento sin dudar a nada, tampoco tenía mucho qué perder en ese día, a partir de ese momento no iba a regresar, eso es seguro. Mientras el azabache le sujetó de la mano, caminaron por otro pasillo alterno que da acceso a la entrada principal y parte frontal del colegio.- -Maestro, espere un momento. -Se detuvo justamente frente a las puertas cerradas de lo que es el comedor.- -Esas gordas. -Mencionó, soltando la mano de su mentor, accionando el arma y abriendo la puerta con brusquedad.- -Aquí están, malditas cerdas... -Frunció su entrecejo y apunto con el rifle a dos niñas extremadamente obesas, cuya edad oscila en ser por lo menos dos años mayores a la pequeña Sapphire.-

-Comen como cerdos, morirán como unos cerdos. -Ambas niñas vieron con rabia a la menor, efectivamente estaban comiendo y engullendo toda clase de alimentos con alto contenido energético.-

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