Un silencio muy leve aparecio entre los dos, aunque.. al final de cuentas, esbozo una leve sonrisa, dejando incluso que sus labios soltaran una risa. Si, el la consideraba mas que solo una soldado, despues de todo.. no solo era la eficiencia, la afinidad entre los dos era demasiado notoria como para esconderse bajo las simples ideas de las formalidades.

-Lo eres, al menos ante mis ojos; mi secretaria es mas especial de lo que piensa

¿Soy más que eso..?

-No quería interpretar cosas erróneas, no era propio de una embarcación como ella ni mucho menos de una secretaria que se respetará. Así que prefirió soltar la pregunta al aire, dónde fuera recibida por su comandante, sin saber si iba a obtener respuesta.-

-Me gusta que parezcas conformarte... pero no es bueno solo una cosa; incluso los soldados merecen un buen trato, y tu, eres mucho mas que eso.

La amabilidad de sus palabras se escondia detras de un tono firme, mala suerte para el azabache, la verdad es que dificil le era no mantener cierto porte autoritario, por mas que al mismo tiempo ante ella no se expresara de forma negativa ni capaz de rechazarla.

-Sus ojos se mostraron brillosos, cargados de amor y admiración por el de cabellos oscuros. El cosquilleo que acompañaba a toda su espalda iniciaba a partir de ese toqueteo a su nuca y trato de imitar en su pecho con tanteos de sus dedos con el fin de provocarle el mismo goce que ella.-

Con solo poner su atención en Kashino ya es premio suficiente, comandante...

—Creo que se como premiarte entonces

No era muy bueno con el contacto, antes de nadie lo había recibido. Pero, cuando ella a su pecho se acercó, los deslices pasaron desde la cabeza hasta la nuca, hundiendo un poco los dedos en esos cabellos mientras delicado peinaba los mismos

-Asintio con una sonrisa adormilada, sus mimos parecían mágicos pues todo el cosquilleo viajaba hasta su espalda, brazos y pecho haciendo que sintiera mucho mejor la sensación.

Emitió un dulce gemido y sin darse cuenta se acercó un par de pasos más a su comandante hasta acariciar su pecho.-

Me gusta mucho, como si me quitará un peso de encima...

No era muy bueno en cuanto al cariño, se culpaba, quizás el entrenamiento militar lo había endurecido demasiado, más de la cuenta. Pero Kashino era sin duda especial, el tiempo la había vuelto de este modo ante sus ojos

Sus esfuerzos, su forma de ser a pesar de la presión, de alguna forma nacía en el una necesidad por hacerle ver que todo valía la pena si venía de ella

—¿Te gusta?

Alzó una ceja, había interés en su respuesta simplemente porque quizás había encontrado un modo de cómo retribuirla

-Sabía que su comandante no era excelente en las demostraciones afectivas y por eso apreciaba mucho más cada que tenía una para con ella. Ya fuera la comida costosa en el cuarto o acompañarla en las aguas termales, todas para ella tenían un valor altísimo. Tanto así que con el toque a su cabeza su afinidad subió más de lo esperado mostrando enseguida sus pequeños ojitos en forma de corazón.-

S-Shikikan...

-Detuvo los movimientos de su cola y enseguida inclinó su cabeza para señalizar que le gustaba el movimiento de su mano, le relajaba tanto que casi se le cae el botecito de leche de sus manos.-

—Eran importantes… creo que si no hubiesen llegado a tiempo quizás nos hubiésemos atrasado bastante

Informes, planos, encargos y alguno que otro boletín, le era prioridad siempre estar al día, después de todo Los Altos mandos tenían su mirada fija sobre el. Cerró sus párpados por unos segundos, estaba aliviado, de haberlos buscado el quizás tardaría días en recibirlos

—En verdad que me salvaste Justo ahora, Kashino


Con esto, antes de dejarla seguir se le acercaría; pensaba que una buena muestra de aprecio sería poner la diestra sobre su cabeza, Justo en medio de la misma para cuidadosamente palparla y acariciar sus cabellos

—Buena chica

N-No lo sé, Kashino solo cumplió con entregarlas

-No se atrevía a mirar su correspondencia, podía tratarse de alguna misión especial, o los Mewoffice, todo podía ser y a la vez nada, pero eso era asunto de su comandante.

Así que incluso le regaló mas espacio para que pudiera leer en paz mientras ella trataba de acomodar las cosas pesadas que veía fuera de su sitio.-

Creo que las comisiones aún no terminan...