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The Eternal Night.
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Off: Lamento la tardanza. Yo tambin espero igual mente ¿Gustas comenzar un rol ?
AndrodNro · M
Bien, hasta que ya no gritar y no eres ruidosa... juguemos entonces...

*El asesino saco 2 grandes cuchillos de la bolsa delantera de su sudadera, aquello cuchillo se notaba quee ran muy afilados, alguna cortada de aquells cuchillo podría ser mortal, tenían unas cuantas manchas de sangre, provenian de gente inocente que había perdido la vida por culpa del asesino de la gran sonrisa*

Veamos que es lo que tienes...
AndrodNro · M
No me digas que le tienes miedo a un pequeño niño de 15 años... y esta sangre... solo fueron personas que no quicieron jugar conmigo
así que entonces... ¿que dices? ¿jugamos?

*Comienza a reir macabramente*
AndrodNro · M
Tranquila... no te haré daño... por ahora... solo quiero jugar un poco, solo soy un joven de 15 años que quieres jugar un poco

*Se acerca poco a poco a la joven extendiendo su mano*

Ven aquí...
DBs1528422 · M
Ella estaba huyendo, aquello se había visto tan fuera de lugar y lo había hecho pensar que realmente era mentalmente inestable, la vio introducirse en aquel callejón y suspiró algo fastidiado, el azabache no era tan amable como realmente se veía, él no era lo que aparentaba, allá, de donde él era, había leyendas que contaban como le había arrancado las alas a un par de ángeles fastidiosos, allá, allá, era temido y mal visto, pero en la tierra, ahí, él era el pecado en persona, la lujuria andante por el plano terrestre que iba metido entre las piernas de las damas con descaro y pasión, ese era Devnet. Sin más que hacer, sin querer seguirla y agotado ahí mismo se desprendió del sweater y la camisa que llevaba bajo él, quedó en camiseta de manga corta, sus runas y aquel tatuaje en forma de alas que se extendía por toda su espalda y parte del abdomen, eran visibles.

Se metió en aquel callejón, ahí estaban los burdeles y bares que solía visitar, las mujerzuelas ya estaban en las esquinas y los padrotes vigilaban a distancia favorable, todo aquello era mundano, tan lejano a él y a la vez tan familiarizado que le parecía absurdo el aún reconocer que había sido un ángel, un bar con aspecto japonés, ahí se iba a introducir, pero se quedó en la entrada, su celular había sonado y esta vez no era la llamada de alguno de sus hermano, era Darah, su jefa, debía ser algo importante. Un par de chicas le acariciaron la musculatura con total lujuria, se deleitaron con aquel tacto tan perfecto, parecían estar al borde de una compulsión.

—¿Mande? — Había pasado del español a Serafín, un idioma susurrante, como cantos, tan relajante que sonaba inexistente. — Me encuentro cerca, ¿ira Basil? — Cuestionó y en segundo asintió, colgó y el celular volvió a vibrar, tenía el mensaje con la descripción de a quien tenía que asesinar, estaba listo para su trabajo, Basil lo esperaba en la esquina de aquel callejón.

Caminó derecho quitándose de encima al par de féminas y siguió hasta que vio el par de motos, una roja, la de Basil y la negra, la del azabache, con él iba Ophelia quien ahora se sentaba en la parte trasera de la moto roja abrazandose a Basil, ya que si se sentaba con Devnet comenzaría su faena lujuriosa.

— ¿A quién matáremos hoy? — Preguntl Basil, un chico rubio con aspecto leonino, Devnet le sonrió con complicidad y echó una última mirada al callejón, en busca de aquel chica que había visto antes, esperó un par de segundos y echó a andar la motocicleta. Sería la próxima vez.
Perdone mi larga ausencia ,pues no pude contestarle,pero le agradesco a usted por haber querido agregarme asi esperando tener con usted una interesante amistad
DBs1528422 · M
Volvía a sonreír, conocía esas palabras ¿cuantas veces no le habían advertido? Más dañado no podía estar, linda, había sido desterrado del paraíso y condenado a vivir como humano, después de todo, había sido su culpa ¿quien pecaría como él lo había hecho?¿o quién retaría a "Dios" de la forma en que él lo había hecho? Claro estaba que Sokár, su mellizo, pero bueno, de cualquier manera, se encontraba ahí y ahora, dañado e incluso desterrado, sabía que no podía salir más dañado, no más de lo que ya había sufrido.

— Lo se.— Le susurró al inclinarse un poco a corta distancia de aquel demacrado, pero aún así, hermoso rostro. No pudo evitar sonreír con complicidad, como si le estuviera escondiendo algo evidente a la joven y poco a poco se enderezó con el fin de llevarse las manos a las bolsas de la chaqueta una vez que la vio de pie. — Debes tener mucha prisa... — Se movió de en frente de ella, la estaba dejando ir, pero si por él fuera, bien pudo haberla entretenido más e incluso haberla llevado a casa para cuidarle aquellas llagas abierta, pobre, debía dolerle todo.

Le echó una mirada furtiva con la intención de recopilar un poco de información de ella, así como aquel don que poseía su hermano de hurgar en los recuerdos de los demás, pero él, él simplemente deducía, ella bien podía no ser de ahí, ¿por qué iba con tanta prisa? O mejor aún ¿a dónde iba? No le incumbía, no debía meterse o terminaría enredado en alguna cosa, tal y como siempre lo hacía y sabía que al final terminaría enredado y ayudándola, que con gusto y sin renegar lo hacía ¿y si era alguna wiccana? Debía investigar mejor, pero ahora, ahora la dejaría llegar a su destino, tal vez después, si la vida lo quería y se volvía a encontrar, la interrogaría a profundidad.
DBs1528422 · M
Había caminado, se había alejado lo suficiente como para quedar al borde de la ciudad, ahí aún había gente caminando de regreso, claro, la gente de ahí trabajaba horas extras con tal de cubrir las necesidades familiares, bajó la mirada, ¿por qué lo mortificaba tanto esa idea? el ya no tener una familia, eso debía ser. Volvió la mirada al frente, el golpe de un cuerpo frágil lo había sacado de sus pensamientos, volvió rápidamente la cabeza y la observó.

— ¿Te encuentras bien? —

Las orbes grisáceas parecían preocupada, pero claro, el azabache se veía magnífico de cualquier manera, parecía esculpido en mármol, los labios rojos por el frío despedían vaho, ahora se encontraba de cuclillas frente a ella, le extendía una mano, planeaba ayudarle.

Pero claro, debía tener prisa y frío, esos pies amoratados, la cargaría con gusto, pero claro, no podía ir por la vida cargando damiselas con prisa, ¿o podía? Por Dios, Devnet, cargarías hasta a una anciana cascarrabias si tuvieras la oportunidad. Le sonreía amablemente, ahora se veía como todo un ángel, claro, después de todo, caído o no, eso era.
AndrodNro · M
*Aquel asesino de la gran sonrisa cortada mientras merodeaba por el lugar, logro escuchar todo ese ruido producido por unas botellas así que rápidamente se dirigio al lugar donde provenia el sonido para así encontrar a su siguiente victima, con su cuchillo en mano y su gran velocidad no tardo en llegar al lugar mientras que el asesino lanzaba unas cuantas risillas de su boca*

Te encontre...

*Musitó el asesino*