-"Muerto" está por demás acorde al sitio, que se ve inundado por el silencio de la ausencia, no sólo del propio demonio sino también del propio personal, pero es normal, no van a salir de la habitación del aseo. John, por otro lado, había abandonado la zona en la que esperaba apenas el aburrimiento lo dominó, por lo que llegó unos minutos después de lo indicado desde el edificio del frente, con algo de sangre en las manos que no era mucha, sólo rastros que no pudo lavar. Pero eso no fue notable hasta que la luz del hotel le alcanzó, y su mirada se alzó hasta ella con furia y desconcierto. La reconoció al instante, incluso puede que hubiera aparecido porque se dio cuenta de su presencia a la distancia.-

Oye, mujer.

-Mencionó, a la par que entraba. Se aproximó peligrosamente a ella, como si fuera a encerrarla entre su cuerpo y la puerta del hotel. Apoyó la mano en la estructura del edificio, llegando a inclunarse hasta ella para poder hablar en un tono más bajo.

(...)