Llevaba ya dos días en el Egipto de hace 3000 años atrás, terminando por ser ayudada por parte del ejercito de Ramses ll, quien este mismo la llevaron frente a él al llegar a la ciudad. Aiwei no terminaba de procesar la información que estuvo preguntando estos días de viaje con ellos.. a de decir que, al principio fue algo incómodo el viaje por no saber, pero luego fue más llevadero. Ahora... Estaba a pocos metros del principe, allí donde conocería al próximo faraón. Al ser llamada, caminó para abrir puerta y pasar... Parte de su belleza oculta ahora es que, tenía todo el cabello cubierto.
Se quedó en completo silencio cuando se dio cuenta de quien era en verdad.. ¿Seiryu fue el faraón? ¿Cómo era posible aquello? Aunque, ahora entendía muchas cosas del día en el que se conocieron. — Lo siento, yo.. no me fui porque quisiera Bifuto.- Dio varios pasos hacia delante, quedando unos pocos metros de él. — No me fui por propia voluntad pero.. he vuelto, estoy aqui.- Se veía algo molesto.. ¿tanto lo estaba?
Probablemente al abrirse las puertas vería al hombre que dirigía a los egipcios, el mismo ya era un rey hecho y derecho. Aunque su mirada y sus facciones eran iguales a las de aquél otro hombre que es parte de su verdadero presente. La mirada severa se posó en la mujer. —Haz vuelto... Cinco años tarde Nefertari — dijo en un tono muy muy severo.
