Estaba charlando tranquilamente con Bifuto cuando él se marchó a por unos bocadillos para poder comer un poco en el día de hoy. Ella estaba observando bien la pieza que encontró y cuando la probó sobre su brazo esta comenzó a brillar. — ¡Bifu..!- No pudo terminar de llamarlo en aquel grito cuando la muchacha desapareció completamente del lugar sin dejar un rastro.
Aunque, no se había ido muy lejos de su ubicación actual pero... Si en el tiempo. Viajó a la antiguo Egipto, donde allí quedó inconsciente, siendo así que unos hombres dieron con ella para llevarla frente a su señor, el príncipe.