Los papeles caen del escritorio uno tras otro al pasar el tiempo y la grabadora muestra indicios de haberse quedado sin cinta para tomar nota, sin duda su mañana tendría que mejorar pronto pues el dolor en su cabeza sacaba lo peor de sí; su personalidad se tornó compulsiva y absurda pateando cualquier artefacto en su camino al baño situado a un lado del dormitorio hasta que entró y ahora buscaba una aspirina en cada rincón, la zona cúbica era pequeña dificultando el movimiento para un hombre con las características de Demarcus, cada que giraba se llevaba un golpe pero tras buscar por 5 min encontró su tesoro. – ¡Carajo! .... La misión de está complicando bastante, la vida en el exterior parece ser más difícil de lo que creí.

Un haz de luz y una superficie sólida eran las únicas cosas que vió al momento de abrir sus ojos, como era de esperarse la resaca estaba creando pulsaciones en su cabeza y ello lo puso fuera de la cama con el pesar de su alma, en busca de una aspirina acompañada con un vaso lleno de agua. – ... Vaya noche.