Su altura no le intimidaba, en ningún momento supuso que sería algo por lo cual temerle, consideraba que aquello sería atrayente y a su favor tratándose de él. Sacudió su cabeza, echándola hacia abajo un momento para mecer sus cabellos y evitar pensar en esas cosas, sonrió a medio labio, y prontamente sus manos llegan a tocar los costados de su torso lo que parecía ser un abrazo, sí, uno de bienvenida quizás. Yéndose del lado que consideraba su zona de confort para poder darse permiso así misma de estar en completa cercanía. — Más vale, porque sino ibas a soportar la carga de romper mi corazón. — Soltó una risilla después.
-Dejo el cuerpo flojo, al menos un poco para que ella pudiera halarlo hacia si, tenía esa sonrisa extraña en sus labios, peculiar fuera la palabra porque sus gestos siempre eran exagerados Dada su forma de vivir. Así pues inclino su rostro sobre el ajeno remarcando su altura, no para hacerle presión sino porque le gustaba aprovecharse de eso y también para clavarse en su mirada de cristal. -... Disfrutar eh... Tal vez el uso y sentido que le doy a esa palabra ahora cambie en tu compañía. -Ya así presionó su frente en la ajena probando un poco de vulnerabilidad.-
Era tan sorpresivo, que no pensó en tener un contacto tan cercano con alguien que no fuese parte de su familia, pero había algo en el que lo volvía tan cercano. Dejó la idea de su espacio personal cuando le tomó de la ropa, con suavidad, para imitar lo que él hacía al olfatearlo. — Quizás no lo haga… no ha sabiendas de que empiezas a disfrutar de tu vida.. — Le dedicó una media luna, sugiriendo el invitarlo a quedarse.
Ya sé que me quieres clavar la daga más afilada que tienes ..-Se inclino y le dió un beso en el costado de su sien derecha, se dejó sentir su olor tanto como pudo para llenarse de este.- Por una vez agradezco estar vivo.
No negaré que así me siento desde que nos encontramos. - Frunce su entrecejo como si fuese un puchero, realmente no lo era, era una excusa para mantener su sonrisa contenida de verle.
