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26-30, F
Uиα gυεяяεяα dινιиα cαίdα εи dεѕgяαcια. ||Rp account.|| ||No lemon sin trama previa.||
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”. . . No pensé que llegaran tan rápido.”

-Inconscientemente el caballero terminaría por hacer aquel comentario en aquella lengua foránea, imponente en expresión, pero dulce al oído, mirando con cierto grado de interés a la pareja de paladines de pie frente a su persona, notando a primera vista aquel grado de justificada desconfianza hacia aquella torre de armadura y cabellos plateados que era el enorme paladín que buscaba con la mirada algo de interés en la indumentaria de sus “anfitriones”, pero aquel estado de aparente debilidad, enmascarada bajo aquella firme y disciplinada postura, llena de orgullo y fortaleza, lograría mermar por un instante sus sentidos, su memoria y su ingenio, por lo que tuvo que mantener una postura neutral pero amable ante la pareja a la cual le dedico una amable reverencia.

Pero la sorpresa del caballero vendría cuando, antes de decir alguna palabra, se daría cuenta de que Mistra desviaba la cabeza hacia un punto en específico, lo cual llamo su atención de inmediato, obligándole a voltear en la misma dirección, viéndose impresionado de que la dama pudiese encontrar a una pequeña escondida entre los arbustos y atrás de los árboles, deduciendo que ella era algo de la paladina y le provoco un poco de calma en el corazón cuando llego con la pareja, escuchando atentamente sus preguntas, provocando una fugaz punzada en el cuello del caballero, procediendo a aclarar su garganta un par de veces.-


Ehm… Lamento esto, pero antes de otorgarles una respuesta, necesito verificar algo…

-La voz ronca e imponente del caballero rompería por un momento el silencio, efectuando un movimiento lento de su mano derecha al momento de elevarla hasta la altura de su rostro con ambos ojos cerrados, dedos levemente extendidos hacia el cielo y la palma apuntando a las 3 personas frente a él, parecía concentrarse en algo, enfocar algo invisible que solo el caballero podía sentir al momento, pues en realidad estaba canalizando su energía en la punta de sus dedos para buscar en aquellas 3 personas alguna presencia de maldad, pero no hubo éxito en aquel análisis, lo que llevo a su postura original, abriendo aquellas profundas orbes celestes que le ayudaron a encontrar nuevamente a la pareja, pero a la pequeña un poco más cerca de su persona, poniendo atención a su comentario el cual, una vez terminado, le permitió responderles con calma.-

Bien, puedo confiar en ustedes entonces… Primero que nada, lamento el desastre que produjo mi llegada, hubiese llegado de otra forma, pero digamos que no tuve muchas opciones… Segundo, Mi nombre es Alexis Maxwell, vengo de muy lejos en una misión importante, pero no tengo conocimiento sobre este mundo o la zona en la cual acabo de caer, por lo tanto ¿Sería una molestia si pudieran ser mis guías por ahora? ¿O podrían indicarme el lugar más cercano donde pueda descansar?

-Eventualmente, la vista del caballero de cabellos plateados termina por desviarse a los ojos de la pequeña, provocando que este se agache hasta apoyarse sobre la rodilla diestra, dedicando una agradable sonrisa, agregando.- Y tu… Tienes buena intuición, pues no, no soy una mala persona, de hecho, mi misión aquí es ayudar a un grupo de gente que necesita de refuerzos, de forma que encontrarlos y pelear de su lado ahora es mi prioridad, pero no sé si conozcan el nombre “Birdwhistle”.

-Cuando este fuese preguntando por aquel nombre, su vista ya se había desviado al par de adultos atrás de la pequeña, esperando pacientemente a una respuesta pronta por cualquiera de los 3 en silencio.-
”Ahh… “Hidden Glory”, “Dawnblade”, me alegra tenerlas cerca de mí, pero aún falta encontrar a “Royal”.” -Y este no tardaría en encontrar al masivo escudo reposando a su diestra, llenando de alegría su corazón lo suficiente como para obligarlo a ponerse de pie, acomodando ambas espadas enfundadas al costado siniestro de su cinturón de cuero, su pesado y cansado andar le llevo a su posesión más preciada, levantándola frente a su cuerpo, verificando que no estuviese estropeado, especialmente los mangos de metal y tiras de cuero que aseguraban que el objeto siempre se mantuviese firme en el brazo del caballero quien en breve tomaría la cadena que cruzaba de esquina a esquina y procedería a colgarlo sobre su espalda cruzando la cadena sobre el peto de la armadura completa, pudiendo notar que su cuerpo estaba recuperando su fuerza.-

”Si… Puedo sentir un poco de mi fuerza regresar, pero no será suficiente, necesitare encontrar un lugar para descansar antes de que caiga la noche, o mi estómago me lo va a reclamar hasta la mañana siguiente… Y eso no será lindo.”

-La última acción del paladín al hacer aquel plan improvisado, le invitaría a abandonar a paso lento el cráter que su llegada había causado, sintiendo algo de vergüenza ante la situación pues no recordaba lo desastroso que podía llegar a resultar aquel tipo de llegada, pero eventualmente encontraría la forma de repararlo, escalando con notable cuidado aquella nueva pared de tierra hasta alcanzar la orilla y subir a tierra firme, fuera del cráter.-

(parte 2 de 2)

(Nota: lo que esta entre comillas, significa que esta hablando en otro idioma pero me da flojera traducirlo(?))
. . . Válgame, pequeña Nanna, veo que has crecido bastante desde la última vez que nos vimos, pero lastimosa es la manera en la que nos tenemos que volver a encontrar, por eso mismo, en memoria de tus queridos padres y de los Birdwhistle, te regresare al camino de la luz, te ayudare a regresar a casa.

-El paladín miraba fijo los ojos de la rubia en total silencio tras dedicarle aquellas palabras, acompañadas de una sonrisa torcida por tintes de tristeza, pues realmente no quería un encuentro innecesario con ella, no solo por ser una compañera de armas, una paladina como lo era el santo del valor de cabellos plateados a un par de metros de la rubia, el cual pasaba la cadena de tintes plateados sobre su cabeza, desmontando aquel masivo escudo de torre, tan ancho como una puerta y solo 5cm más bajo que el propio paladín quien cerraba los ojos por un momento, suspirando de forma pesada.-

¿Lo recuerdas, Nanna? ¿El día en que nos conocimos aquella tarde de otoño y tus padres me llevaron a la cede de tu orden para tomar reposo tras encontrarme en aquel cráter en medio del bosque?


Hace muchos años atrás…


-Aquella tarde de otoño, el viento mecía las hojas de los arboles teñidos de colores marrones, rojizos y amarillentos, en ciertos casos, ayudando a que los arboles pudieran liberarse de aquella carga como cada año era su costumbre, el ambiente era tranquilo, relajado y todo era un santuario paz, pero el único objeto disonante en aquella escenografía venia del cielo, bañado en fuego y luz a velocidad vertiginosa en dirección a un claro cercano en medio del bosque, dejando en su cola una estela de luz que podría confundir al objeto bañado en fuego con la caída de una estrella, algo inusual para cualquier persona, fuese experta o ignorante del tema, sin embargo algo era muy seguro y cualquiera podría presenciarlo directamente frente a sus ojos: Aquel objeto descendía cada vez más rápido conforme la fuerza de gravedad ejercida por la tierra cobraba su cuota en aquel objeto, indicando que el aterrizaje no podría nada lindo.

Y así fue, el estruendo y el impacto de aquella “estrella” cimbraron la tierra y los arboles como si fuese un pequeño terremoto, una considerable cantidad de tierra fue removida al momento y sobre todas las cosas, las criaturas del bosque no perdieron tiempo en escapar a buscar la seguridad en las zonas más quietas del bosque… Y en aquel punto de impacto, en aquel cráter ancho y algo profundo, no había restos de estrellas, pero si la figura de un caballero de grises cabellos, tupida barba del mismo color y rostro severo pero adornado de pequeñas cicatrices, el enorme cuerpo de 1.85m ataviado en una tosca armadura de batalla de color plata y detalles en oro, el cual parecía moverse un poco, quejándose entre gruñidos y jadeos cuando este intentaba mover su cuerpo al costado derecho, dejando que la larga capa celestina se ondease elegantemente sobre la espalda del caballero que comenzaba a toser un poco.-


”Uhh… Respira, Maxwell, respira y relájate, busca tus cosas… Y ponte de pie.”

-Decía roncamente, tratando de recuperar la calma, tocando su pecho con la palma enguantada de la diestra el lado izquierdo de su pecho, justo sobre el área de su corazón y un poco a la izquierda de un símbolo incrustado en el pecho de la armadura, tratándose de la silueta de una mujer de alas doradas extendidas a los costados y hacia arriba, así como sus brazos, pero extendidos a los lados, la cabeza de la silueta rodeada por una aureola que representaba divinidad, tomándose el tiempo necesario para buscar un poco de calma tras su llegada, pero sobre todas las cosas, lo que él mencionaba como equipo, tratándose de 2 espadas a su costado izquierdo que no dudaría tomar con la diestra, abrazándolas como si de amigas cercanas se tratasen.-

(Parte 1 de 2)
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