/¡Que preciosa es al estar ruborizada! Death no se niega a nada, porque estaba desabotonando la camisa, revelando su cuerpo, claramente nada más había debajo que su expuesto pecho. ¿
Si, desnudate. — Lo dijo con mucha seguridad, aunque se sonrojó al hacerlo. Ella misma comienza a jalar los lazos que mantenían su prenda al cuerpo, queriendo desnudarse. — (?)
/Pequeño estremecer, tras un relamer de labios le trajo ese trato, que bastó para levantar parte del torso, animada. Amor mío, solo hay una manera de probarlo, ¿no es así? ~ ¿
— Mediante la caricia del pulgar, Helena va separando los labios. Como siempre, quería morderla. Eso hizo, atrapando con los dientes la punta de ese dedo y sonriendo en el proceso. — Me subestimas...~ Tengo mucha energía, ¿tu tienes más energía que yo, Insinuas? (?)
/Esas manos suyas siempre le estremecen, a sabiendas que son las que más aferradas estarán a algo en pleno acto. ¿ Subió su mano libre, posando la palma en la mejilla, dejando que el pulgar deslice sobre la comisura del labio inferior. Eso solo si te queda suficiente energía para cazar.
Si. — Con ambas manos en los hombros de Death hace presión, como si ella quisiera escapar. Sabía que no, pero le gustaba la sensación de poder. (?) Sutil se relame los labios.— Pero luego me voy, porque quiero comer venado también.
¡Woah! ~ /La postura no era algo que le molestara, estaba riendo suave al posar una de sus manos contra la cadera de su loba, incluso le sonreía con toda señal de coquetería. ¿ ¿No quieres comerme?
Bien... Lo haré. — Qué vergonzoso tema para hablar. Ahora debía cambiar la situación y dejar de pensar en esas cursilerías. Por eso la derriba y se sube sobre ella, sentándose en el abdomen de Death.(?) — Tengo hambre.
/Se enterneció con solo escucharla, ¿no era Helena, la loba más bella que había? Moriría de amor pero, ya se sabe, jaja la Muerte encarnada. ¿ Me encantaría que me llamaras así, mi amor... Y cuando estemos a solas, esos lindos labios pueden decir mi nombre siempre que quieras.
— Recibía besos pero ella ahora estaba silenciosa y concentrada, pensando en el apodo menos empalagoso posible. (?) — Qué difícil... ¿Lindo? Tu nombre es más lindo, pero tendré que decirte amor, cariño, o mi loba para quitar sospechas.
