-[ Sonrió, aunque no podía ser visto, pero aprovechó esa cercanía agradable, quedándose un buen rato en sus brazos. Por alguna razón su espíritu parecía enardecerse y crecer cuando estaba en brazos de su pareja ]-

-Sus brazos rodearon inmediatamente las caderas ajenas para atraerle contra si mientras lo dejaba reposar en su hombro, al mismo tiempo que que le dedicaba una sutil sonrisa agradable.- Lo mismo digo, mon amour.

-[ Iba a responder, pero unos labios se lo impidieron. Sonrió un poco y lo abrazó cerrando los párpados, apoyando su rostro contra su hombro ]- Yo siempre estaré a tu lado cherié. No importa las circunstancias. -[ Dejó caer su peso contra el ]-

-Se alegró bastante al escuchar esas reconfortantes palabras. Hacía ya un tiempo que tenía esos tontos pensamientos en su cabeza y no sabía en que momento preguntar sobre su estado actual.- Tienes razón. Sería raro ser más normales, viviendo una vida tranquila y aburrida. Me gusta todo de ti, ¿Lo sabes, no? -Esta vez el serafín tuvo la iniciativa, le tomó del mentón para posterior depositar un suave beso en los labios ajenos, este fue corto, cariñoso pero lleno de amor.- Gracias por permanecer a mi lado.

No. -[ La sonrisa en sus labios se acentuó, pero no era burlona o cínica, al contrario, la sonrisa que ahora aparecí en sus labios era mas natural, mas... genuina ]- Asi está bien cherié ¿Te imaginas lo aburrido que sería, si no tuviéramos obstáculos que enfrentar? Quizá incluso nos acostumbraríamos tanto, que la relación podría tornarse aburrida. -[ Se inclinó solo para besarle la frente mientras la flor desaparecía en sus manos lentamente ]-

Estoy tratando de controlar mis miedos... dame un tiempo para acostumbrarme. -Replicó mientras miraba con naturalidad las flamas verdes del contrario, ya se había acostumbrado pero de ahí a tocarlas ya era un paso enorme, que aún no estaba dispuesto a hacer.- ¿Te molesta que seamos tan opuestos?

Durará si es lo que yo quiero. -[ Respondió contento, mientras la flor era envuelta en pequeñas llamas verdes hasta tornarla de un tono verdoso en el tallo y blanco por los pétalos ]- Sin embargo, también quisiera darte algo, el problema es que... le temes al fuego. -[ Acarició una de las mejillas del contrario sonriente ]-

Una flor para otra flor. -Pensaba decir la otra palabra que le enseñó el Almirante pero sabía que iba a arruinar el momento, así que decidió callar y desaparecer el bastón por ahora. Ya había entrenado lo suficiente.- No durará más de unos 20 minutos. No te encariñes mucho.

-[ Observa sonriente lo que sucede, pero al ver el resultado se queda un tanto sorprendido antes de volver a sonreír con coquetería ]- Uhlalá messié Mikleo! Que galante nos anda hoy... -[ Tomando con delicadeza el lirio de hielo, para hacerle un pequeño guiño ]-

Hm... Está bien. -Eleva nuevamente el agua, la misma que se rodea alrededor del serafín para luego terminar frente a este en un remolino líquido el cual poco a poco va perdiendo tamaño y bajando su temperatura hasta terminar en estado sólido, pero con una forma bastante peculiar. Un lirio, el cual sostiene con su mano libre cuando termina su técnica, el mismo que entrega a su amado junto a una elegante sonrisa.- Para ti.~