—Jejeje, con que tu novia, ¿eh?— se mofó el shinigami, susurrándole al oído al castaño. En respuesta, éste sólolo observó de soslayo con fastidio y enseguida retomó su mirar hacia adelante; había sido necesario decir eso, de lo contrario, no habría sido tan creíble su precipitación ante los hechos. Fue entonces cuando a sus oídos, y debido a la cercanía con la que estaba, llegaron los murmuros de la joven repitiendo la palabra novio. Un tic nervioso se apoderó de la ceja del varón y cerrando los ojos, maldecía su suerte, tratando de ignorar las palabras de la rubia.
Y después de un gran lapso de tiempo, finalmente llegaron a la guarida de "L". Para Light, no era la primera vez que iba a parar ahí, pues Ryuzaki siempre solía poner de excusa su necesidad de apoyo para resolver el misterio de Kira, pero tal vez para Misa sí fuera algo nuevo. La observó de soslayo. —No vayas a hacer nada estúpido— pensó mientras mantenía a aquella mujer en la mira; ya sabía lo torpe que podía ser a veces y sólo esperaba que no cometiera más errores que pudieran complicarle más las cosas. Y de pronto, la boca de Misa empezó a musitar millones de palabras como era su costumbre.
—Misa...— agregó con la intención de hacerla callar y dejar que Ryuzaki hablara directamente, centrando su atención en él, como si con ello deseara leer su mente y saber qué era lo que los había llevado hasta ahí.
