Sonríe por lo bajo sin ocultar esa felicidad, Blaze asiente decidida.

— Me quedare, así no haces desastre sola.

Blaze no necesitaba guiñar, su mirada era naturalmente seductora y amable, ambas características en una sola persona.

...

El sitio era un lugar hermoso más que en las foto digitales de la aplicación, las mesas de madera y el espacio amplio con personas con esa vibra animada.

— ¿Dónde te gustaría sentarte?

Tenían varias opciones, desde el fondo que iba en dirección hacia afuera en el segundo piso y veían el jardín de aquel restaurante-casa o en el interior cerca del ventanal de vidrio que las separaba de la zona de afuera que era como un balcón.

Mientras Miruna escogía, Blaze pensaba en su pedir una parrilla o pizza o tal vez las dos, la albina era delgada pero comía bastante.

Guardó el móvil dentro de su bolsillo y no dijo nada de inmediato, sólo le enseñó una preciosa sonrisa que podía significar mucho. Miruna estaba de acuerdo con ella.

— Si, me gustaría. Eres tu o mi mamá le pedirá a mi tía que me haga compañía. Es sólo un fin de semana pero no quiere dejarme sola.

Su mano se mantiene firme enlazada a la más alta.

— Quisiera que te quedes tu, por favor...

—Hacemos... Bonita pareja.

Comenta un poco bajo sin embargo asiente enseguida a lo del almuerzo, ese día la llevaría a un lugar especial que había visto por sus redes. "El rincón de las abejas" era un restaurante de madera amplio, tenía flores y una ambientación muy jovial, además que servían carne y comidas ricas.

— Me comentaste que tu familia se fue de viaje ¿Quieres aún que me quede acompañándote?

A Blaze le parecía increíble que desde un inicio ella había dado el paso de tomarle de la mano cuando se iban conociendo pero ahora era otro nivel. Entrelaza sus dedos con los de ella con más confianza.

— Si somos guapas. ♡

Lo eran, de forma objetiva. Miruna comenzaba a sentir una conexión con Blaze; tenían a su parecer, un lazo que se fortalecía con el paso del tiempo. Así como la más alta tenía confianza con la castaña al tomarle de la cadera, ella tenía la confianza para tomarle de la mano y emprender la caminata.

— Iremos a almorzar ¿cierto? Luego debemos ir a casa, para dejar a estas preciosas en agua.

¿Una foto con Miruna? La idea le gustaba. Blaze sacó su móvil y se acercó a ella, con atrevimiento extiende su brazo por la cadera, se atrevió a ello sin pena alguna. Acercó a Miruna jalandola suave a su cuerpo. Coloco en selfie el móvil y allí estaban ambas, Blaze sonreia suave, tomo una, luego otra inclinando más su cabeza a la más baja. Se detuvo por un instante y giro su rostro a Miruna para mirarle, cuando ella le mirase también, Blaze tomaría otra foto capturando el momento.

Lo había hecho, acercó las fotos para que ambas vieran esas tres.

— Que guapa.

Son las mejillas de la castaña que muestran un suave rubor por las palabras de Blaze, escondiendo parte de su rostro tras las flores con una risita. El aroma era fantástico.~ La primera vez que alguien le hacía un obsequio tan precioso; no lo olvidaría.

— ¿Me las regalas por ser mejor estudiante? Pensé que era por otra cosa.~

Volvió a reír, parecía que estaban en una cita después de todo. Era un detalle ¿Romántico?
Volvió a descubrirse, enseñándole una sonrisa.

— Tú también, como siempre. ¿Te tomarías una foto conmigo y las flores antes de irnos?

Bakka...

—Desvia sutil esa mirada porque Miruna la había hecho sonrojar como cosa rara. La sagacidad de aquella chica le era increíble—

Haz tenido buen rendimiento en los exámenes, haz estudiado mucho.

—No conocía a la primera persona que regalara flores por eso pero obviamente no se las daba por sus estudios aunque era una buena excusa que se le ocurrió al momento, si reconocía que Miruna había hecho un gran esfuerzo por sus notas, sin embargo, miro el atuendo de la chica, ella también estaba muy presentable—

Estás hermosa...

—Lo admitía al verle de pies a cabeza. Miruna era una chica coqueta y llamativa, siempre se vestía bien pero... Blaze por un momento quiso pensar que era por la salida que ambas iban a tener juntas—

Miruna sonríe apenas la ve llegar, y por supuesto notó lo que la platinada traía. Parecía que estaban coordinadas en tiempo y espacio, pues ella apenas había llegado.

Recibió el ramo confundida; ¿qué estaba sucediendo? Aún no se gradúa, y aquel día no era su cumpleaños. Pero ahora, estaba de pie sosteniendo esas hermosas flores y sonriendo de forma dulce a Blaze, inclinándose a darle un beso en la mejilla.

— Son preciosas, gracias...~ ¿Qué estamos celebrando? ¿He sido buena y me las merezco? ♡

—Regalarle ese ramo había sido buena idea, desde que miró por accidente el diario secreto de Miruna en el colegio con cosas que le gustaban, Blaze no había perdido el tiempo en no memorizarlas, había hecho una pequeña lista de lo que pudo recaudar como información, en eso estaban las flores. Desinteresadamente se las había comprado paseando por la ciudad en esa zona donde había una floristería atendida por un buen caballero mayor. Blaze había llegado con el ramo con los nervios de punta pero lo que la salvaba era su rostro inerte—

Hey ¿Llevas mucho tiempo esperando?

—Comenta con su rostro un poco ladino, cómo la Bad girl desinteresada que era, sin más acerca al frente su brazo con aquel ramo grande. Claro que no había llegado tarde la albina pero era una forma de sacarle conversación—

Ten.