— Dijiste dos de mis favoritas... Coldplay y Gorillaz. Coldplay en primer lugar.

Da un sorbo a su milkshake terminando lo que quedaba. Había pedido donas para ambas, justo se la habían traído en ese momento. Blaze dió las gracias mirando a Miruna.

— ¿Y cuál vas a querer?

Seguía sonriendo suave embelesada por aquella Castaña pero era una admiración silenciosa. No esperaba que ella lo notase.

— ¿Favoritas, favoritas? ¿Que me encantan? Gorillaz, Linkin Park, y Coldplay.

Las enumera con los dedos, sonriente, esperando oír sus bandas. Tenía los codos sobre la mesa y sus manos sirviendo de apoyo para el mentón. Así la miraba, muy dulce y atenta a cada cambio en Blaze. Tenía mucho que escribir en su diario sobre ella al llegar a casa; valía la pena seguirla si después estaban tan cerca.

Asintió en seguida, señalo sus cosas en el lugar obvio para indicarle a Miruna.

...

Había pasado el tiempo, Blaze también pidió pero un milkshake de vainilla y chocolate con espuma. Llevaban casi una hora hablando de todo, no había conocido a alguien con quién hablar tanto de todo.

— ¿Tus bandas favoritas?

Se le notaba el ánimo más amplio y más alegre, el semblante de Blaze neutro ahora era una leve sonrisa mientras bebía su milkshake. Esos ojos bonitos de la albina estaban puestos en los mieles ajenos con atención, Blaze se sentía especial para ella en su silencio mientras la analizaba.

Sonríe con la pajilla aun entre sus labios. Miruna sabía que Blaze estaba sola, le había seguido. Solía seguirle mucho, espiarla, aprender de los sitios que suele visitar y las personas que le rodean. Otros lo llamaban acoso, ella, le dice "investigar a la persona que te gusta."

— No, sólo vine por algo dulce.

Se acerca a ella con esa tierna y tranquila mirada.

— Qué casualidad. ¿Puedo acompañarte un ratito? Todavía no quiero volver a casa.

Negó enseguida, siempre iba a ese lugar a despejarse y a estar sola. Pero desde que recién conoció a Miruna y hablaban, Blaze se topaba con ella de casualidad. Era curioso pero aunque no lo demostrará, aquella chica llamaba profundamente su atención.

— ¿Tu ... ?

Quedó observando cómo la castaña bebía su bebida.

— ¿Esperas a alguien?

No sabía que esperar o buscar de la conversación pero el impulso de intercambiar palabras con ella estaba presente. Se sentía nuevamente, idiota aquella albina, ella no era de buscar a nadie.

— ¿Cómo estás, Blaze?

Pregunta mirándola, nuevamente con una sonrisa ligera. Fue entonces que recibió la malteada y sin esperar, Miruna succiona por la pajilla plástica un poco de esa dulce bebida.

— Yum. ¿Estás esperando a alguien?

Blaze desvío su mirada de la ventana y observó a Miruna, ella al parecer estaba observando a alguien o a otra cosa. No esperaría, la seguiría. Se levantó haciéndose a un lado de su silla para alcanzarla con calma, peino sus cabellos hacia atrás.

— Eh... ¿Miruna?

Musita quedando a un paso de ella, esperaba no tomarla por sorpresa, la albina había dejado sus cosas en aquella mesa de dónde se levantó. Se cruzó de brazos enseguida.

Sus deseos de una malteada de vainilla y canela eran grandes como la necesidad de azúcar que traía. Se acercó al mostrador, hizo su orden y después casualmente vio a Blaze sentada un poco más lejos. Con los labios apretados sonríe, pero un segundo después, estaría apartando la mirada.

Tenía sus codos apoyados en la mesa y sus manos en sus propias mejillas. La mirada de Blaze naturalmente era apagada pero al ver a Miruna la misma cambiaba a una más interesada. La vio entrar a aquel lugar, Blaze en seguida cambio su vista hacia el lado de su ventana fingiendo que no la veía, sus antebrazos se apoyaron a la mesa como si estuviera atenta a otra cosa (?).