Sonríe con la pajilla aun entre sus labios. Miruna sabía que Blaze estaba sola, le había seguido. Solía seguirle mucho, espiarla, aprender de los sitios que suele visitar y las personas que le rodean. Otros lo llamaban acoso, ella, le dice "investigar a la persona que te gusta."

— No, sólo vine por algo dulce.

Se acerca a ella con esa tierna y tranquila mirada.

— Qué casualidad. ¿Puedo acompañarte un ratito? Todavía no quiero volver a casa.