- Su lengua se mueve realizando movimientos similares a los de ella solo que en su caso en sentido contrario para que ambas se encuentren en provocativos y fogosos jugueteos para encender aun mas la pasión que entre ellos estaba ya dando inicio con las caricias que no tenían otro fin mas que el de provocar placer, en un principio se limitaba a contornear su silueta, luego cuando se ha logrado colar hasta su cintura descienden por la zona para dar presiones en su oscurecida y provocadora tela que custodia su intimidad para con su dedo índice dibujar su paso en línea recta hasta aquel lugar ansiado -

-Sólo esas manos, ese cuerpo, esos labios hacían estremecer su cuerpo y hacerlo sentir tan bien, debido esas mismas caricias en sus muslos la joven suspiraba cada que el tiempo del beso se lo permitía, y apegaba su cuerpo completamente al suyo, al tener aquella ropa interior negra tan provocativa, que obviamente la usaba únicamente para agradar a Mitchell. Sus deseos se iban incrementando junto a su lujuria, pérdida en sus emociones y en sus sentimientos por el.

Afortunadamente aquella brisa que se colaba por aquel ventanal le daba frescura a la habitación, porqué de no ser por ello estaría en llamas por las caricias y el apasionado beso que le daba, de forma que movía su lengua lascivamente, en círculos como un torniquete, mientras sus elixires transparentes se mezclaban volviéndose uno solo.-

Mmmh~

-Sus labios se iban amoldando en un lento pero profundo beso, como si deseara dejar grabado en su ser el sabor propio de cada beso que se daban, la distancia que los separaba se había reducido al mínimo, sus manos se dedican a lo suyo repartiendo caricias en su rostro y muslo, pero lo hacen llevando su ritmo, e intercala algunas caricias suaves impregnadas de los sentimientos mas puros que ella le hace sentir y otras mas intensas y provocativas enfocadas en sus deseos hacia ella.

Una brisa suave y fresca de pronto se cuela por el ventanal de la habitación de los amantes brindando algo de frescura a ese momento tan intimo y es cuando una sonrisa aparece en su faz seguida de un profundo suspiro propios de lo enamorado y atraído que se siente hacia la dama -

-Y ella notó ese cambio que logró en el, aunque no con acciones, pudo notar más vivídos y llenos de emociones esos ojos carmesí que brillaban con intensidad como un par de rubíes que reflectaban la luz. El corazón de Minami también había cambiado, ahora era una chica más alegre y más tranquila, aunque su fuerte carácter persistía, era obvio que el llenaba de alegría su corazón, a su lado el mundo era mejor. No pudo resistirse a la cercanía por lo que acercó sus labios con la intención de besarlos de forma lenta pero bastante profunda, como si buscara saborear enteramente la esencia del joven para dejarla impregnada en su propio ser, podría decirse, que era adicta a el, no sólo a sus besos, a su sangre, porqué no sólo era su prometido, sino que ahora mismo era su maestro. Se escuchaba su densa y pesada respiración producto de su misma emoción y excitación mezclada, entre amor, deseo y admiración.-

- Le fascina estar así con ella, tenerla tan cerca, poder sentir su aliento y su calor, de algún extraño modo, desde que esta con ella, sus impulsos asesinos se han detenido y ha sido la primera vez que realmente se siente tranquilo y hasta enamorado, ha encontrado a la mujer que le hace sentir sentimientos que en su vida muy pocas veces había experimentado, su palma sigue dedicando dulces caricias en su rostro y en sus ojos el reflejo de aquella bella mujer se deja apreciar -

-Suelta una ligera sonrisa, que devela sorpresa y coquetería, además de sorpresa, sube su pierna sobre la cintura ajena, enredando su cuerpo con el ajeno, y abrazándole suavemente mientras se acopla a el, descansando su cabeza sobre el pecho ajeno, al tiempo que siente como le acaricia el rostro con dulzura-

-Responde sus besos de forma lenta y pausada, pero lentamente sus besos van subiendo de seriedad volviéndose mas íntimos, toma uno de sus muslos para posar la pierna ajena sobre su propia cintura dejando que sus cuerpos se unan aun mas, su otra mano acaricia la mejilla de su prometida-

Mi amor~ siempre tan encantador... Me derrites totalmente.

-Musita con un tono igualmente coqueto y a la vez tierno, moviendo su propio cuerpo para acercarse al ajeno y así rodearle con sus delgados brazos y comenzar a darle suaves besos sobre esos dulces pero gélidos labios, para después bajar y comenzar a besar su cuellito, lamiéndolo y besándolo.-

Hola amada mía...mi bella prometida

-Le dice en tono sensual manteniendo sus manos sobre las de ella y de cierta manera juguetona sus dedos buscan los de ella, lentamente se va acercando su cuerpo al de su vampirita hasta lograr sentir su aliento-

-Sus ojos reflejaban todos los sentimientos que guardaba el corazón de la joven hacía el, se veía tierna y delicada, extendió a su vez su mano derecha para encontrar a la ajena y así entrelazar sus dedos cariñosamente.-

Hola, mi futuro esposo~