❝ 𝖄 cuando me preguntan "¿Cómo estás?", Yo siempre les contesto que estoy bien, que todo está perfecto, aunque en realidad me este muriendo por dentro. Es que prefiero que nadie se entere de mis problemas, total, yo siempre los soluciono a mí manera. Porque aunque la vida este empeñada en lastimarme, rendirme todavía no está en mis planes. ❞ 𝕻𝖎𝖘𝖈𝖎𝖘*:･.
—Ese toque en la nariz la hizo cerrar los párpados y esbozar una divertida mueca, se lo merecía en realidad ya que ella siempre solía darse ese privilegio de tocar a los demás sin su consentimiento.— Tienes... Tienes razón, mis ojos me ayudan mucho en ese tarea, siempre me han dicho que intimidó. Sí supieran que en realidad la que está intimidada soy yo(?) Jajaja. Pero shhh. Esto será un secreto entre tú y yo ¿Vale? —Se apartó un poco, frotándose la punta de la nariz, la cual había quedado algo rojiza.—
Me cuesta creer que seas débil, pero si en verdad lo eres, te daré un consejo
-se inclinó nuevamente, lo suficiente para acercarse al oído de la albina y con su diestra cubrió para que el sonido solo llegara hasta su oreja y nada más, pues era un consejo que le había servido toda su vida-
El enemigo no sabe que lo eres... Confianza e intimidación... Velo a los ojos y muestra todo el odio y coraje que puedas tener, ríete de él, muéstrale que eres más de lo que el piensa, y aún si eres débil... Una mirada asesina te hará ganar... Si el oponente se ve intimidado y es el primero en apartar la mirada... Ten por seguro que ganaste el combate, incluso puede que antes de tirar el primer golpe
-se reincorporó nuevamente, dándole un ligero apretón en la punta de su nariz sin siquiera hacerle daño-
A demás, tu fuerza me hace saber que no eres nada débil, mi nariz confirma esa fuerza jajajaja
¿Sí? Es que yo siempre presumo que soy muy fuerte, pero en verdad.... —Se acercó mucho al muchacho para susurrar, no había nadie más que ellos dos o eso parecía, ya que en las sombras siempre estaban aquellos que a la princesa vigilaban desde su primera aparición en la tierra.— Soy muy débil.... —Se apartó, mirando a Winter a los ojos, quizá no fue la gran cosa, pero la demonio nunca solía confesar su verdadera capacidad o condición.—
Hizo bien, yo también habría comprado sin consentimiento algo para que estuvieras bien. Y con respecto al orgullo, toda herida es un descuido, si uno no se descuidara en un combate no existirían las cicatrices, a lo que voy es que si debes de estar orgullosa, no porque te descuidaste, sino por que sobreviviste para contarlo
-se levantó tras haber visto aquella cicatriz, volviendo a quedar de frente de la mujer, y resumiendo un poco dijo con una sonrisa-
—desvió la mirada al escucharlo, y luego se bajó la blusa, sonriendo divertida.— Aunque lo mío no es de orgullo como los tuyos. El mío es más por descuido y por confiarme... Me curó mi ex esposo, en ese tiempo éramos como rivales pero cuidó de mí e incluso se acercó a una farmacia para comprar medicamentos—Murmulla.— bueno... Robar es la palabra correcta (?) Y así pude vivir para contarte esto hoy en día.
-se inclinó, al principio no notaba aquella cicatriz, inclinándose incluso para poder verla. Al momento en que lo hizo pudo distinguir esa variante de color en la piel de la mujer, apenas perseptible, notando en el vientre aquella marca-
Ya lo note, con razón no pensé que tuvieras una, es ya algo vieja y apenas se nota, pero si se ve que fue algo grande! Quien te curó? Quizás eso ayudó que no se vea
Un día me debes invitar a comer jabalí fresco. —Bromeó divertida, pues las palabras del muchacho la llenaban de energía y eso le gustaba mucho en las personas. Luego, queriendo ella mostrar también la cicatriz que portaba, tomó su blusa por el borde final y lo levantó, descubriendo su vientre. Ahí se encontraba una cicatriz muy grande, está no era muy visible pero si se podía notar si los ojos que la miraban eran muy meticulosos, a penas tenía un color distinto en la piel.—
Me lo hice en una pelea, me confíe mucho con el enemigo y terminó dañando mi cuerpo, estuve a punto de morir pero felizmente alguien me curó.
demasiado orgulloso, un jabalí tan grande, si no es que el mas grande que llegue a ver en mi vida, y lo pude matar solo
-dijo con una sonrisa en sus labios, una sonrisa llena de orgullo, incluso con solo el hecho de recordar ese momento hizo que su musculatura se marcase un poco al apretar sus manos, recordando esa adrenalina de aquel momento. Tras el recuerdo, su cuerpo dejo de tensarse, escuchando sobre la cicatriz de la mujer, extrañado, nunca había visto alguna cicatriz en la mujer-
Claro! muéstrame tus heridas de guerra, y tienes que contarme como fue hecha eh! toda cicatriz tiene una historia!
—Ella se mantenía todo lo atenta que podía, principalmente porque le fascinaba imaginarse aquellas peleas que Winter vivió y jamás iba a desmerecer todo el sacrificio o valentía que usó.— Entiendo... Supongo que has de estar orgulloso al máximo de la cicatriz más grande. — Aquel dedo que usó para tocarle la clavícula, lo bajó, tocándole bajo las costillas.— ¡Ah! Ahora que lo recuerdo, yo también tengo una cicatriz ¿Quieres verlo?
