A veces su mujer no mide el tiempo que trabaja, que tan cansado está su cuerpo y Merlin debe dejarla hasta que este mismo la traiciona y termina quedándose dormida. "Dejame hacerlo, yo puedo aguantar" muchas veces lo convencía pero otras no y tenían una pequeña riña mientras la llevaba obligada a dormir. Otras, como esta, es que debía esperar con paciencia a que durmiese para poder tomarla en brazos y llevársela consigo a la cama, para allí acostarse a su lado y cuidarla en sus sueños.
— Buena chica..- Sonrió apretando un poco su mano donde se tenían agarrados y dejarle un pequeño beso sobre su cabeza, cubriéndola con las sábanas y abrazándola con su otro brazo. — Descansa mi amor..-
— ¿Mmh? Lo hiciste bien cariño.. pero toca ya descansar..- Comentó él con un tono suave, bajando la mirada para verla. — ¿Está bien?- Llegados a la habitación, él la dejó con cuidado sobre la cama donde allí se tumbó con ella.
A veces le sorprendía la paciencia que tenía el mago para con ella, era tan cuidadoso tan amable con su tacto. Era todo un príncipe y hacia bien su labor, después de todo era su deber como mago arcano el cuidar de Gehen. ──M... Merlín...? -
