—Había algo muy extraño en esa pizza: Quería vomitar. Aún así, sabía que lo mejor sería simplemente devorar la porción y deshecharla cuando ella se vaya. Lo que si, estaba seguro que iba a intoxicar a otra persona con esto—.
Rica ¿verdad? -Sonrió con amplitud y muy sincera en su expresión, aunque lo cierto era que la masa se sentiría algo cruda al masticar y la salsa de tomate poco o nada se percibía al ser tan escasa, aparte de encontrarse la carne muy salada, con un extraño sabor añadido como toque final. (?)- ¡Bueno! Mi trabajo aquí está hecho, tengo otras más por entregar. -Y envolviéndose en una nube negra, se giró tan sólo para guiñarle un ojo y despedirse al ondear los dedos de su diestra antes de que explosionara en una bomba de humo que tras disiparse no dejó rastro alguno de ella.-
No lo hacía. —Negó, mientras iba hacía atrás y alzaba sus ojos hacía ella. No se veía como la mejor de las pizzas, pero ya que, tomó una de las porciones y la empezó a comer. Había devorado carne en peor estado más de una vez— ... Egh.
Menosprecias mis cortecitos, no mereces mi simpatía. -Dejando la bandeja con pizza sobre la mesa, al igual que ese trago espumoso.- Compruébalo por ti mismo. Total, eso también tendría mucho sentido. -Pero la realidad era que no sería más que una simple masa con un montón de ingredientes encima. Igual le quiso infundir dudas, por malagradecido. (?)-
Te sale tan mal querer parecer simpática. —Se rascó la nuca, suspirando en clara sensación de derrota mientras veía la pizza— Pero ya que, tengo hambre ¿es veneno?
¿De verdad? —No puede creer lo que ve, así se traducen sus cejas y su rostro consternado— Me interesa la cerveza, sobre las pizzas...Te he visto cortar tomates. [?]