MS1552871 is using SimilarWorlds.
Join SimilarWorlds today »
26-30, M
Científico forense.
About Me Notes
The Whiteboard is a place where people can send Gestures, Attributes, Images, Comments, and much more...
This page is a permanent link to the comment below. See all comments »
SW-User
De manera brusca, aquellos vocablos que sin duda penetraron en lo más profundo de su sentido auditivo, halaron al mayor de los ahora presentes a la hiriente realidad. Los ocelos brillantes del desalineado varón fugazmente giraron en dirección hacia la presencia que irrumpía su pesar, con el simple tono de aquella voz, pudo detectar de quién se trataba. En pequeños semicírculos, Kanon dio paso a mover el rostro de izquierda a derecha, tratando de disimular en busca de la victoria, aquella penitencia que ahora arrastraba su inestable alma desdichada.


—Estoy más que acostumbrado a este tipo de clima.


Elevó sus hombros con completo desgane, al momento en que sus belfos torcieron por encima de su rostro, y en efecto, el castigo impuesto por su hermano mayor en la prisión de Cabo Sunion, había provocado que el cuerpo del griego se adaptara a las altas temperaturas del lugar. Las plantas de sus pies se posicionaron una vez más de manera correcta contra el piso de la acrópolis que se encontraba justo debajo de sus efigies. Las sandalias que adornaban sus extremidades inferiores resonaron tras cada paso que avanzaba en dirección al santo de Escorpio, las piedras diminutas del mundano terreno estrechaban contra su sendero, iniciando una pequeña danza intranquila con las suelas de su calzado.


—Milo, la pregunta real es, ¿qué haces tú tan tarde fuera del Santuario?, ¿es que acaso el Patriarca te ha encomendado una misión?, no, incluso la misma Athena.


Sentención; los parpados de aquel soldado maldito comenzaron a descender de manera quieta contra sus ojos celestes, negándose la vista a sí mismo, fue justo en ese momento que detuvo su andar, creía encontrarse a una distancia prudente del santo de oro, manteniéndose frente a frente con él. No cabía duda, Milo ya no era ese pequeño que el Geminiano había conocido en su adolescencia, no era de sorprender que mandatos importantes demandados por el sumo pontífice le fueran encargados.