Riendo leve en aquel abrazo, ronroneó feliz antes de sentir el aroma de la comida, mirándolo y besando su tabique.

—Deja voy a recogerlo, cachorrito~—

Aunque no quería, se soltó de su abrazo para ir a la puerta y poder recibir todo, llevándose una peculiar mirada por lo que traía puesto aunque terminando por sonreír amable y cerrarle la puerta en la cara luego de pagar, yendo a dejar todo al comedor.

—Yo lo haré.. mgñ.. -Balbuceó insistiendo pero lo terminó por abrazar por la cadera, acurrucado en su brazo más cercano. Habia tomado horas extras para asegurar un buen cuidado a su pareja, pero pudo oler cuando llegó toda la comida-

—Se olvidó de los nachos? -No sentía el olor de estos pero si estaban en otra bolsa, la caja de pizza y las salchichas, todo llevaba el repartidor-

Riendo leve, tomó su mano y la apartó con cuidado, negando mientras le besaba los dedos.

—Si ambos terminamos desnudos ¿Quién recibirá la comida cuando llegue?~
Ya que la recoja, me pondré cómodo también, mi cachorro~—

—Yo te amo aún más..

-Musitó sonriendo leve después de él sentándose en un costado de la cama y dejándose desvestir, empujando los zapatos bajo el mueble, se subió a la cama y sintió los mimos del gatito acariciadolo también y tirando lento de su ropa- —Gatito.. sin ropa es muy cómodo...

No fue ni siquiera necesario pensarlo cuando le abrazó al instante, repartiendo caricias y suaves besos, sabiendo que se desgastaba tanto.

—Eres el mejor. Gracias por tu esfuerzo día con día, Caín~ Te amo, mi cachorrito supremo~—

Musitó suave, ayudándolo a desvestirse para quedar más cómodo y recostándole con cuidado en cama, acomodándose con él para seguir sus suaves mimos.

-Su gatito siempre se encontraba con labios dispuestos y que besaban dulces como miel su boca, escuchando se hizo lugar en el sofá donde estaba Mael-

—Puedes abrazarme Gatito... -Suspiró un poco adormilado después de trabajar-

Al verlo ir y volver de nuevo, sonrió ampliamente, acercándose a dejarle pequeños, dulces y melosos besos en los labios.

—¿Cómo puedo agradecer que me consientas tanto, cachorrito?~—

—Natillas.. -Eso último tuvo que salir a comprarlo por su cuenta pero cuando regresó siguió a su gatito para estar con él mientras esperaban la comida. Peinaba su cabello albino y atendía su piel con cremas, el gatito estaba bien cuidado-

— Tu pelo se ha puesto muy bonito estos días...¿mi gatito ya tiene hambre?

—Oh, oh! y de esas natillas de vainilla tan buenas~—

Agregó mientras seguía bebiendo con calma.
Su actitud había cambiado drásticamente, de ser un gato independiente y bastante atento, ahora era como un pequeño que sólo quería ser consentido, mirándolo con sus grandes ojos azules y suplicantes.

—¿Hamburguesa? ¿Salchichas? Tienes razón gatito es mejor comprar para próximos días..

-O éso creía él, llamó un delivery y encargó las comidas que Mael recomendó, además de verlo muy tierno le gustaba hacerlo felíz así que si lo quería guardaría la comida por si tenía mas antojos-