Murmuró, luego de haber escapado de casa y sentado en el parque, abrazando sus piernas. Desde que quedó en cinta, su celo se había suprimido por completo, no obstante el de su pareja no y sabía que sería difícil para él, en especial no poder atenderlo debidamente y, más aún, sin un enlace de por medio. No quería llorar, sabía que eso tarde o temprano le llevaría a reconfortar su calor en otro sitio y él no podía reclamarlo, pero le dolía pensarlo, imaginar que otro omega llamaría su atención. Por un momento maldijo a la criatura en su vientre al verle responsable.
—¿Que es a lo que le temes? Honestamente pensé que estaría emocionado con ese embarazo, ciertamente no logro entender muy bien cual es el problema.— Sin perder la postura bajo la mirada intentando ver el vientre del felino mientras esperaba una respuesta.
