Finalmente había ido al médico y, aunque le pidió compañía a su cachorro, no deseaba preocuparlo si la situación era más grave. Sabía cuanto trabajo tenía encima, en especial ahora que había rescatado una camada de gatitos y con él sin poder trabajar por su constante malestar. Por ello mismo, optó por ir solo, terminando con aquella noticia que lo dejó incrédulo, sorprendido, con un mar de emociones buenas y malas, llevando su mano al vientre de inmediato.
Se puso a jugar con sus dedos un poco, mirándolo y con una pequeña sonrisa nerviosa.
—Pero... l-lo que quería decirte es que... no quiero que creas que despreciaré tu comida, mi amor. Es sólo que... aún me siento mareado y no tengo apetito. ¿Está bien si esperamos a la cena mejor?~—
—Hahaha creó que puedo dejar el cigarrillo pero no el vino.. Quisiera un poco.
-No sintió raro que su Gatito no bebierase, a veces, no lo hacía pero no esperó que quisiera hablar con él ahora, sabía que en la noche debía llevarlo a cenar y entonces recibiría la noticia-
—Ah.. Pero se enfria la comida y más tarde saldremos a cenar, entonces ibas a decirmelo Gatito.
-Por él recibiría ahí mismo cualquier noticia pero si quería salir a cenar irían juntos, entonces podría decirle lo que quisiera. No quería escuchar rápidamente algo importante porqué Mael no lo diría así si no fuese algo importante-
-Quería preguntar más de lo que había sucedido ésa mañana, si estaba mejor o si tenía más nauseas que antes, se lo veía bien pero un poco distraído y era divertido pero como su pareja oficial se preocupaba por él-
—¿Crees que puedas comer? Estaba pensando que si mi gatito no puede no me molestaría dejar la carne por algo que si puedas comer... También dejar el cigarrillo me parece buena idea.
Terminó de entrar en casa, cerrando la puerta y encogiéndose de hombros un tanto nervioso, como niño que hacía una travesura, mirándolo antes de reír un poco, adelantándose directo al comedor.
-Habló dulce ese Alfa que aún no sabía que traía su gatito, que podía ya ser padre, tan solo sabía que su cuerpo lo sentía distinto al estar junto a él y que si había actuado un poco más territorial pero porque la idea de perderlo lo ponían así, no quería separarse de su gatito, aún sin el lazo o la mordida se sentía tan suyo-
—Spaghetti al tucco como en Itália...~
-Lo acompañó tomando su cintura hacía la mesa donde después llevó los platos, primero a Mael y después el plato para si mismo-
Entre sus dudas de entrar o no, apenas se había acercado a la puerta cuando le vio abrir, sorprendido y con esa dulce sonrisa que le dilataba las pupilas de lo mucho que le gustaba, sonriendo tenue.
—Estoy en casa~—
Murmuró, dándole un pequeño y dulce beso en los labios, acariciando su mejilla antes de entrar.
-El olor de la comida no era tan llamativa como el aroma de su gatito y entonces supo cuando estaba cerca, terminó de servir y colocar un poco de bebida en la mesa, todo olía estupendamente fue cuando abrió la puerta recibiendo con una sonrisa a su minino-
—Gatito... ¡Bienvenido! Pasa, estaba preparando la comida. -Le saludó con un beso, el cachorro estaba bien, el aroma a la pasta y a la salsa señalaba que como cocinero era bueno, hacía su esfuerzo-
Luego de aquel mensaje, se tomó su tiempo para volver a casa, caminando lento, tratando de mentalizarse y tomarlo con calma pero se estaba deshaciendo por dentro. Tenía ganas de huir, que se lo tragara la tierra, jamás pensó que una noticia así fuera a hundirle el estómago en vez de alegrarlo.
Cuando llegó a casa, se quedó fuera de esta, mirando la puerta fijamente, parecía enorme y sentía como si fuera a entrar a un juzgado a pesar de no haber cometido crimen alguno.
—Cachorrito...—
Murmuró. Lo mejor sería hablar con él, debía saberlo y esperaba pudiera comprender su sentir.
-Contestó tranquilo a su móvil preparándose para regresar a casa con algunas cosas, había pensado que lo ideal era no hacer faltar de nada a su felino, en los días pasados el moreno estaba muy cercano a su minino, se abrazaba a él y es que sentía pequeños cambios que no podía explicar pero sentía la imperiosa necesidad de cuidarlo-
-Con esta actitud protectora no tardó en escribir otro mensaje-
