¡Que bieeeen! -Sin dudarlo mucho sube al auto rojo del joven, que de hecho combinaba con el color de su vestido, después de ello se coloca el cinturón de seguridad, sintiendo la piel de los asientos.- ¿Pasearemos por toda la ciudad? -Comienza a cambiarle a la radio para colocar algo de rock (?).-

Inspira y exhala profundamente, evitando ver su rostro cuando ponía los labios de esa forma.

— Sube. [?]

-Agacha la cabeza un poco decepcionada, e incluso hace un leve pucherito con su labios.- Pero no tiene nada de malo... Nadie me quiere comprar dulces. -Ni sus hermanos querían, ni sus tíos o tías(?)-

— No quiero quedar como un pervertido invitando a menores de edad a subirse a mi auto para llevarlas a comprar dulces. [?]