MAGNETO

[code]Un vistazo le bastó para saber que algo horrible había ocurrido en su ausencia. Creía haber dejado los suficientes soldados para proteger la ciudad de cualquiera que tuviera intenciones de usurparla, pero todo apuntaba a que [u]nada marchó según lo calculado, una vez más[/u]. Mucho de ella parecía estar "decorado" con instrumentos metálicos. ¿Por qué, además de tomar la ciudad, la habían redecorado? ¿Qué fin podía tener algo así? Ella, en su ignorancia, obviamente no lo entendía.

Mandó al dragón que emprendiera el vuelo. Simplemente quería cuidar de su hijo, que se alejara en los cielos pudiendo evitar cualquier peligro existente en tierra, sin embargo se quedaría cerca de su madre, para socorrerla si esta corría alguna clase de peligro, al igual que su segundo hijo, Rhaegal.

La reina inició el paso, avanzando por el interior tan silencioso de la ciudad. Normalmente muchos de los que allí vivían la habrían recibido con el grito al unísono de "[i]Mysha[/i]", pero no lograba ver en las calles mas que algunas pocas personas repartidas en las esquinas, calladas y con un rostro temeroso. Por alguna razón, no se atrevían a emitir palabra a pesar de su presencia. Excepto una ━ [c=#802D56]Mysha?[/c] ━ La voz entrecortada de un pequeño niño de no más de trece años, llamó su atención desde una de las calles. ━ [c=#0073E5]Kessa[/c] ━ Afirmó en alto valyrio la albina al localizar al menor. Este corrió a ella lo poco que pudo, terminando por arrodillarse y abrazar sus piernas antes de contarle con un muy marcado nerviosismo lo que había ocurrido un mes atrás. El rostro de la mujer, ya disipado de toda duda, se oscureció. Tranquilizó al pequeño como pudo y se dispuso a caminar directa al lugar en el que, según él, se hallaba el usurpador.

Una vez llegó, encontró soldados guardándole. No esperaba otra cosa, después de todo, aquel hombre había [u]aterrorizado y esclavizado[/u] bajo dicho terror a la ciudad. Sin mostrar miedo, y de hecho movida por la rabia de las noticias, pasó en medio de los guardias, los cuales a pesar de reconocerla, no parecían querer arriesgarse a morir en ese momento y quedaron firmes esperando indicaciones del hombre que ahora los gobernaba. ━[c=#0073E5] ..¡Soy Daenerys de la tormenta, de la casa Targaryen! ¡La primera de mi nombre, Khaleesi de los dothraki, madre de dragones, la que no arde, rompedora de cadenas![/c] ━ Se presentó con aquellos títulos que engrandecían su nombre e incluso producían miedo hacia los que conocían sus acciones pasadas. ━ [c=#0073E5]¡Y la reina de Meereen![/c] ━ Exclamó con más fuerza hacia aquel extraño hombre de ropajes rojos que, por su posición allí sentado, parecía de lo más relajado. ━ [c=#0073E5]Has tratado con injusticia a la ciudad. Depón las armas, entrégate, y mi justicia te juzgará por ello.[/c] ━ Se dejó de hablarle con cualquier formalidad. En cuanto cruzaron miradas, lo pudo declarar su enemigo. La rabia fluía en su interior, solo de imaginar todo lo que habían podido sufrir los habitantes de Meereen durante ese tiempo, y por sobre todo, la muerte de quien en un pasado fue su amante, Daario. En realidad, se sentía culpable.[/code]

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