Le escuchí mientras daba un pequeño sorbo a su taza, dandose a la tarea de observar cada cosa que Malika también apreciaba, aunque en un orden totalmente distinto. Y de pronto, aquella pregunta llegó a oídos del jove rubio para redirigir su azulada mirada hacia ella. — Si, en algunas veces en solitario. . . ¿Oh? — Se detuvo antes de que pudiese agregar algo más. — Esta bién, vamos. —
Mh sí. . Muy agradable. -Y así lo era, inhalando profundo el humo oloroso que desprendía su taza, tomando calor de esta, mientras miraba junto con él la lluvia , era un paisaje bello, bello, los árboles meneándose ante la fuerte brisa, y chorros de agua correr entre las rocas.- ¿Has probado bailar bajo la lluvia Dorian? ¡Hagámoslo!
Aprovechó todo el acto de torpeza que ella demostraba al derramar la bebida en la cama, para dar un sorbo a su taza en un aire tranquilo y compasivo. — ¿Yo? No se a que te refieres con ronquidos, miss Malika. — Comentórefinado y sonriente, aunque mentía para no preocuparla más. — Dormí casi tanto como haría un oso. — completó para desviar un poco la mirada hacia la ventana, notando aquella fresca lluvia. — De hecho... resulta agradable el clima, my dear.
¿M-Mh. . ? -Le tomó unos cuantos segundos reaccionar, el sueño había sido profundo, se sentía como un oso, tanto así que torpemente tomó la taza, derramando un poco del liquido en la cama, lo que le hizo despertar de golpe e intentar remendarlo, usando su almohada para cubrir la mancha y nerviosa le sonrió.- ¡G-G-Gracias, Dorian! Y bueno, creo que sí. . Aunque podría seguir durmiendo, ya sabes. . ¡Los días lluviosos son muy perezosos! ¿Qué hay de ti? ¿Ronqué demasiado fuerte?
— Buenos días... — Respondió al tiempo que le entrego una taza de té verde con un toque de jazmín para disminuir la sensación de adormecimiento. — Lo importante es si tuviste descanso. Dime ¿Dormiste bien?—
